Ciment Català ha señalado que el consumo de cemento en Cataluña ha caído un 5,1% en el último año --entre abril de 2020 y marzo de 2021-- como consecuencia de la pandemia. Por eso urge al Govern a reactivar la obra pública para evitar el cierre de fábricas.
La agrupación de fabricantes ha reconocido que las perspectivas en el corto plazo son "bastante desalentadoras" vista la tendencia de indicadores como la licitación oficial o los visados de edificación.
Caída de la obra pública
Concretamente, la licitación pública se ha reducido un 4% en los dos primeros meses de 2021 y un 17,5% en el último año, mientras que la superficie visada para la construcción acumula descensos del 12,1% y del 19,8%, en los respectivos períodos.
Ciment Català ha señalado que con una reactivación de la obra pública se evitaría una reestructuración en el sector. Ahora mismo, las seis fábricas de la comunidad se encuentran al 30% de su capacidad para el mercado doméstico --la suma del negocio doméstico y las exportaciones eleva esta cifra hasta cerca del 50%--.
Amenaza de cierres
Las centrales todavía no se han recuperado de la última burbuja inmobiliaria y están lejos de las siete toneladas producidas en 2007. Además, el presidente de la patronal, Salvador Fernández Capo, ha explicado que la asignación de derechos de emisión gratuitos al sector en 2021 por parte de la Unión Europea "se ha reducido un 28% y, simultáneamente, el precio de los derechos de CO2 supera los 40 euros por tonelada".
Este hecho, sumado a la parálisis constructiva provocada por el Covid-19, podría llevar alguna compañía a plantearse incluso el cierre de plantas en Cataluña.