El anuncio del Govern de que a partir de este viernes Cataluña vuelve al confinamiento comarcal ha caído como una losa sobre algunos sectores, especialmente la hostelería. Solo unas horas después de que la Generalitat decretara que incluso las burbujas de convivencia no podrán salir de la comarca de residencia, las cancelaciones de reservas se han empezado a suceder de forma tan escalonada como imparable.
Las imágenes que se han visto en Semana Santa preocupan a las autoridades, que una vez más vuelven a dar marcha atrás en la desescalada después de haber abierto la mano durante los festivos de la pasada semana. El Departamento de Salud está especialmente preocupado por la situación que atraviesan las ucis y ha decidido que la mejor forma de contener la expansión del coronavirus es evitar en lo posible la movilidad en el territorio.
Anulaciones en la Costa Brava
Y como suele ser habitual durante la pandemia, los platos rotos vuelven a pagarlos los sectores más castigados. Las nuevas restricciones han generado las primeras anulaciones de reservas, especialmente en los hoteles de la Costa Brava, una de las zonas más concurridas en Semana Santa.
Judit Lloberol, gerente de la Unión de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Costa Brava Centro, ha anunciado que desde este miércoles al mediodía las cancelaciones de las reservas que se habían hecho para este fin de semana en los hoteles han ido en aumento. Además, Lloberol ha criticado "el poco margen" que ha dado el Govern en la aplicación de las medidas. Esto obliga a los establecimientos a devolver a los trabajadores a la situación de ERTE y anular los pedidos que habían hecho para este fin de semana.
La Masella, fin de temporada
También la estación de esquí de Masella (Cerdanya) ha decidido dar por terminada la temporada este domingo, según han difundido los responsables de este complejo de nieve a través de las redes sociales. No hay que olvidar que estas son las únicas instalaciones que todavía seguían abiertas en los Pirineos, ya que el resto fueron cerrando durante la Semana Santa.
Un duro golpe para estas instalaciones, que el lunes aún tenían la intención de alargar la temporada hasta finales de abril, en función del estado de la nieve, el tiempo y las condiciones epidemiológicas, y por el "compromiso con sus esquiadores, con sus trabajadores y con el territorio".