De joya del modernismo a oportunidad para ricos. La histórica Casa Burés, ubicada en el corazón del Eixample, ofrece varios apartamentos de lujo en alquiler con precios que oscilan entre los 9.500 y los 11.500 euros. Se trata de una cifra que no está al alcance de todos los bolsillos, pero que arroja más dudas sobre las cifras de la operación de venta pilotada por la Generalitat de Cataluña en 2015.
Bajo la presidencia de Artur Mas, la institución autonómica puso a la venta el inmueble con la voluntad de paliar la difícil situación de tesorería que sufría el Gobierno catalán en ese momento, muy tocado por la crisis económica. La compraventa se enmarcó en una ronda de actuaciones similares con que el Govern se desprendió de patrimonio público para hacer caja a corto plazo. Sin embargo, el precio de salida elegido por Andreu Mas-Colell, a la sazón consejero de Economía, no fue precisamente provechoso para las arcas públicas
Ganga para los promotores
Máxime si se compara la cantidad final del traspaso con las rentas exigidas actualmente a los arrendadores. Así, aunque en un inicio se esperaba obtener 26,09 millones de euros por el inmueble, finalmente el fondo británico Europa Capital Partners, a través de la sociedad Trinder Promociones, solo pagó 18,78 millones. Es decir, una rebaja del 28% respecto al precio de venta inicial fijado por el gobierno catalán.
Además, tras liquidar de forma anticipada los préstamos que pesaban sobre la finca, la Generalitat solo ingresó 4,8 millones de euros por la finca. Una cantidad que los actuales propietarios --el fondo británico y la promotora Bonavista Developments-- podrán rentabilizar en pocos años su inversión. A esta cantidad se le debe sumar el coste de la reforma, cuyo coste exacto nunca transcendió. Cabe tener en cuenta que en ella se han respetado elementos muy característicos de la finca, algunos incluso catalogados.
Viviendas de superlujo
La Casa Burés se convirtió en un caramelo para sus dueños que, tras estas intensas obras de remodelación, han puesto en el mercado unas viviendas de alto estánding en una de el denominado Cuadrado de Oro de la capital catalana.
Los apartamentos --comercializados por la prestigiosa firma Engel&Völkers y cuyas dimensiones van de los 165 hasta los 260 metros cuadrados (en el caso de los dúplex)-- cuentan con prestaciones como piscina climatizada, gimnasio interior y acabados de lujo en una de las zonas más cotizadas de la ciudad. Todos ellos, espacios comunes.
¿Malvendió el Govern?
La exclusividad de la Casa Burés, que aúna a sus elementos artísticos e históricos una ubicación inmejorable, atrajo desde el comienzo tanto a inquilinos locales como internacionales.
En 2015, fuentes del sector barajaron incluso el nombre de Madonna como una de las posibles interesadas en los apartamentos. A la vista del elevado precio que han adquirido los inmuebles, surge el interrogante de si se hubieran podido obtener más beneficios por la venta del emblemático edificio modernista.