La fábrica de Alstom en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) aumentará su plantilla a partir de 2022 para asumir los últimos pedidos de la compañía, según han confirmado fuentes empresariales y sindicales. Un portavoz del grupo francés ha concretado que el centro "duplicará su capacidad" con la generación de "más de 500 empleos cualificados directos y el doble de indirectos".
La adjudicación a Alstom y la suiza Stadler del contrato de Renfe para construir 211 nuevos convoyes motiva esta decisión. Al contrato, valorado en 2.445 millones de euros, se podrían sumar otros 120 ferrocarriles. La magnitud de la operación --152 unidades se ensamblarán en el Vallès Occidental-- obligará a reforzar los cerca de 750 empleados para no sobrecargar a la fuerza productiva. Sin embargo, la ampliación se realizará el año que viene mientras se desarrollan los trabajos preparatorios para adaptar las cadenas de montaje.
Garantía para el empleo
El anuncio abre un nuevo ciclo tras un periodo marcado por la conflictividad laboral. En 2014, Alstom presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) para 193 de sus efectivos. Pese a que dos años después la propiedad incorporó a 100 trabajadores amparándose en la llegada de nuevos pedidos, un portavoz de CCOO --sindicato mayoritario en el comité de empresa-- enfatiza que la actividad sindical fue clave para rectificar la estrategia de la multinacional.
"La compañía ha logrado esta adjudicación después de la lucha de más de cinco años llevada a cabo por los trabajadores para no vaciar de contenido tecnológico la fábrica", ha afirmado un portavoz de CCOO. "Logramos que no se parcelase la capacidad ingenieril de la factoría en distintas plantas. Gracias a ello, ahora hemos podido conseguir este encargo", reivindica.
Fusión con Bombardier
Las aguas volvieron a agitarse el año pasado a raíz de la fusión entre Alstom y Bombardier. La presión sindical logró que la factoría catalana quedase a salvo del plan de ajustes del gigante galo, que ocasionará recortes de personal en Francia y Alemania.
La adquisición --valorada en 6.500 millones de euros y formalizada a finales de enero-- no afectará al empleo en la fábrica de Santa Perpètua. El año pasado, la planta también eludió un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá de un parón inicial tras el estallido de la crisis sanitaria que no se prolongó más allá del 14 de abril.
Mejora de la competitividad
Un portavoz de Alstom ha precisado que "este nuevo contrato no solo supone una garantía de carga de trabajo para los próximos años, sino que conlleva también un ambicioso plan de crecimiento e inversión para el centro industrial". Actualmente, la firma produce tranvías para Frankfurt, convoyes de metro para Santiago de Chile y Barcelona, así como trenes metrópolis para Singapur. los trabajadores directos en taller son 335, mientras que los responsables de secciones como ingeniería, logística y compras suman 400.
Asimismo, se ampliarán y adaptarán las instalaciones con "nuevos talleres de soldadura, cabinas de pintura, naves y vías de pruebas dinámicas, así como con un nuevo centro de realidad virtual que permita seguir mejorando la competitividad" de la factoría. La compañía resalta que la adjudicación permitirá "posicionar la fábrica de Santa Perpètua como uno de los referentes para la fabricación de trenes de alta capacidad del grupo, tanto para España como para otros países europeos". Hecho que genera optimismo para ganar más concursos nacionales e internacionales en el futuro.