La ventilación se ha convertido en la primera defensa contra el coronavirus. Sin embargo, entre la apertura de puertas y ventanas y la instalación de tecnologías sofisticadas media un trecho cubierto por empresas como Siber. Esta pyme ubicada en Les Franqueses del Vallès (Barcelona) se ha hecho un hueco por méritos propios en el competitivo mercado de la climatización, conocido por las siglas HVAC (iniciales en inglés de Calefacción, Ventilación y Aire Acondicionado).
Gracias a una solución innovadora diseñada y fabricada en España, la compañía fundada en 2006 por Toni Nicolás Salame ha logrado codearse con gigantes como Trox, Fujitsu y Toshiba. La firma vallesana, focalizada exclusivamente en los sistemas de ventilación, posee actualmente un 30% de la cuota de negocio en el mercado español, aunque ya ha iniciado con éxito su despliegue en otros países europeos.
Expansión internacional
Su director general adjunto, Santiago Pascual, confirma la entrada en Francia, Italia, Reino Unido y Portugal, así como algún contacto con el mercado hispanoamericano. "El 80% de nuestras ventas se producen en España, aunque ya facturamos un 20% en otros mercados europeos. Lo verdaderamente relevante es que competimos con grandes grupos internacionales siendo una pequeña empresa", expresa el directivo.
Sin duda, el impacto de la pandemia ha sido un revulsivo para este sector. "El Covid ha puesto en valor la misión de nuestra compañía. Siempre ha existido la necesidad de ventilar los espacios cerrados, pero la crisis sanitaria ha subrayado esta circunstancia", reivindica Pascual. En 2020, Siber facturó 22 millones de euros y cosechó un Ebitda positivo superior al 30% de sus ventas, como han indicado fuentes de la mercantil.
Versatilidad y diseño
La clave del éxito de Siber se halla en la combinación de un sistema de ventilación y de recuperación del calor en un único artilugio. En invierno, el aire nuevo recupera parte de las calorías del aire viciado expulsado, gracias a unos mecanismo de intercambio térmico. Por contra, en verano se facilita el acceso directo de aire del exterior para reducir la temperatura en las estancias. Además, la tecnología desarrollada por la empresa, llamada EVO, se puede instalar tanto en edificios terciarios, como en viviendas y equipamientos dotaciones o comerciales.
Esta diversidad de aplicaciones es posible gracias a que la solución presenta un enfoque triple, como explica Pascual: "Pensamos en los instaladores, en los usuarios y en los diseñadores de interiores. La máquina puede funcionar en un entorno industrial o doméstico". De hecho, la propia apariencia de EVO sorprende por su estilización. Lejos de asemejarse a un split, la tecnología garantiza su adaptabilidad a distintos proyectos sin descuidar por ello su aspecto ni, como incide la propiedad, su criterio sostenible --la empresa cuenta con el certificado BREEAM--.
Colaboraciones destacadas
Siber ha evolucionado desde una empresa familiar hasta un grupo enfocado en la innovación tecnológica. "La empresa aprovechó la introducción de una directiva europea de 2006 para dar respuesta a las necesidades de los clientes", informa el ejecutivo. Actualmente, la pyme participa en más del 60% de los estudios del mercado nacional.
Durante su andadura, la compañía ha participado en algunas construcciones destacables, como los edificios dotacionales para gente mayor del Institut Municipal de l'Habitatge i Rehabilitació de Barcelona, el hotel Arima de San Sebastián (uno de los más grandes de Europa) y la residencia Rey Ardid de Zaragoza especializada en la atención de pacientes con alzhéimer.