Completada la colocación del 15% de Serveis Funeraris de Barcelona (Sfb) que hasta ahora era pública. Asistea, una filial vasca del grupo asegurador Catalana Occidente, ha comprado al Ayuntamiento de Barcelona su participación en el principal operador funerario de la capital catalana tras un proceso de licitación público conducido por B:SM, el conglomerado que controla las participaciones del consistorio. La operación, que se ha escriturado esta semana, se ha cerrado por 28 millones de euros.
Así lo indican a Crónica Global fuentes cercanas al proceso y lo ha confirmado un portavoz de Sfb después. La venta del 15% que retenía la Administración local en Serveis se oficializó en febrero de 2020, cuando el gobierno municipal de BComú llevó al pleno municipal la enajenación de su participación en la empresa mixta. El otro 85% lo retiene Mémora tras incrementar paulatinamente su presencia desde que Sfb se creara en 1997.
Desinversión municipal
Serveis Funeraris de Barcelona es una empresa centenaria --sopló las 100 velas en 2013-- dedicada a la gestión del final de vida que tomó su configuración de firma público-privada en 1997. Fue ese año cuando el Ayuntamiento transformó el Instituto Municipal de Servicios Funerarios de Barcelona en Sfb. De esta forma, nació una empresa mixta en que la Administración local desinvirtió el 51% de su participación en la misma. Esa posición la tomó Mémora.
En 2011 y ya con Jordi Hereu al frente de la corporación municipal, el gobierno municipal acordó la venta de otro 36% de las acciones del Ayuntamiento de Barcelona. Cuatro años antes se había segregado de Serveis la empresa municipal Cementiris de Barcelona, que gestiona los nueve camposantos públicos que hay en la segunda mayor ciudad española y, además, el único crematorio, el de Montjuïc, que opera en régimen de monopolio.
Venta del 15%
El ayuntamiento aguantó la participación del 15% con el fin de incidir en la compañía, aunque se reservó el derecho a venderlo por una cantidad fija en defensa del interés público. Esa suma eran 28 millones de euros en 2011 y ha sido, en efecto, lo que ha terminado pagando Catalana Occidente para entrar en el accionariado de Serveis diez años después.
El Ejecutivo local de Xavier Trias ya tanteó la colocación de esas acciones en 2013, avanzó La Vanguardia. Finalmente, el exalcalde de Barcelona no completó la operación y la Administración local retuvo la posición por medio de B:SM. Históricamente se había justificado ese porcentaje público por la necesidad de incidir en la política tarifaria de la empresa.
BComú renuncia a influir
Es lo que hicieron los anteriores gobiernos municipales. Por su parte, Mémora alimentó e hizo crecer Serveis Funeraris. Añadió al portafolio de la compañía los tanatorios de Sant Gervasi (2005), Esplugues de Llobregat y Molins de Rei (2011), Manresa (2014), L'Hospitalet-Santa Eulàlia y la remodelación de Les Corts y Collserola (2015) y el nuevo espacio de vela de Sancho de Ávila (2018), una reforma que es la insignia del grupo.
Por contra, los dos últimos gobiernos municipales de Barcelona, pilotados por Ada Colau, han renunciado de forma notoria a intervenir en el mercado con el 15% del principal operador funerario de la urbe. El Ejecutivo local de BComú anunció la creación de una funeraria pública que rivalizara con Sfb en 2016. El embrión de este grupo municipal debía ser Cementiris de Barcelona. Fracasó al concitar un apoyo político insuficiente. Los comunes encajaron mal esa derrota política y se ausentaron de los consejos de Serveis Funeraris, como informó este medio. Renunciaron a influir en el mercado.
El pleno aprueba la venta
Finalmente, en febrero de 2020 el Ejecutivo local llevó al pleno la aprobación de la venta de su participación del 15% en Serveis Funeraris. BComú argumentó que su participación en la compañía había perdido valor. Esta declaración ignoraba que el vehículo Ontario Teacher's Pension Plan había comprado Mémora en 2017 y que el mercado funerario registra movimientos de fondo, por lo que sí hay interés en operaciones corporativas en el sector. Los mismos que han propiciado poder ingresar 28 millones en las arcas municipales con la operación. Los comunes recabaron el apoyo de PSC, ERC, PP y BCN pel Canvi para la venta. JxCat y Ciutadans votaron en contra.
Tras aprobar la salida de Sfb en el pleno, el Ayuntamiento enredó la subasta pública de la participación de B:SM aprobando un proceso a viva voz, algo que generó inseguridad jurídica. Finalmente, Asistea, filial de Catalana Occidente, se interesó por la participación. La funeraria implantada en País Vasco entra de este modo en el mercado funerario catalán, donde su matriz, Catalana, ya tiene una cartera importante de seguros, también de deceso.