Italia en boca de todos. Los inversores alaban la última pirueta de Italia, no por conformar un gobierno apoyado por la mayoría de partidos, irreconciliables hasta hace muy pocas semanas, --que también-- sino porque al frente de ese Ejecutivo está Mario Draghi, el expresidente del Banco Central Europeo, la pieza fundamental que salvó la vida a los países del sur de Europa en la crisis de 2008, con el anuncio de que el BCE haría lo que hiciera falta para asegurar la financiación de las deudas soberanas. “Ha generado un gran optimismo, aunque haya una cara B también y es que Italia presenta grandes problemas estructurales”, señala Sabrina Ritossa, gestora y analista de la gestora de fondos Sycomore.
Ritossa, de nacionalidad italiana, considera que Draghi ha generado enormes expectativas, porque conoce a la perfección los mecanismos europeos y tendrá a su disposición los fondos de la UE que deben permitir un salto en el modelo productivo. Sin embargo, se mantienen las dudas sobre cómo podrá implementar esos recursos, y sobre cómo se gestionará la enorme deuda italiana, cercana al 150% sobre su PIB. Ese elevado porcentaje ha generado un debate sobre una posible cancelación o quita de la deuda, que Draghi ha atajado, provocando, precisamente, que la prima de riesgo sea la menor de los últimos cinco años. “Hay confianza”, señalan los inversores.
Una especulación que acaba siendo realidad
Ese fue uno de los mensajes que se difundieron en una sesión con inversores organizada por la escuela Isefi, junto a la gestora SLM, junto a las gestoras de fondos Lonvia Capital y Sycomore y con la participación de Crónica Global. Fue Gonzalo Alfaro, socio de Atrium Portfolio Managers, sociedad representante de Sycomore Asset Management para España y Portugal, quien evidenció esa admiración, en estos momentos, por Italia. “Es un ejemplo, y sería muy bueno que en otros países europeos se apostara por ese tipo de acuerdos, sin que ello implique que todo vaya a salir bien, porque Draghi deberá acertar en el momento de implementar esos fondos, para que, realmente, tengan incidencia”, señaló Alfaro.
Robert Casajuana, socio economista de SLM, añadió que desde el inicio de la pandemia del Covid, en marzo del pasado año, en Italia se especulaba como algo deseable que Mario Draghi pudiera tomar las riendas: “Y ahora se ha hecho realidad, algo realmente fascinante en un país tan complicado como Italia”.
Sin inflación a la vista
Pero, ¿qué auguran los gestores de inversores para este año? Otra de las consideraciones que se evidenciaron en esta sesión organizada para profesionales de la inversión es que el crecimiento llegará con fuerza a partir de la segunda mitad de 2021, y que no comportará un aumento significativo de la inflación. Con los bancos centrales dispuestos a “no frustrar en ningún momento esa recuperación”, según Iván Díez, socio-director de Lonvia Capital, lo que implica tipos de interés bajos durante “bastante tiempo”, no hay inflación a la vista.
Sí habrá un cambio en las inclinaciones por parte de los inversores, y que guarda relación con el modelo organizativo de las empresas y sus apuestas por generar valor social y no sólo un valor financiero. Aunque los inversores estudian el “modelo de negocio” de cada empresa, al margen del sector en el que ubique, lo que primará en los próximos años, “y llega para quedarse”, es un modelo de empresa que “tenga en cuenta a toda la comunidad con la que se relaciona”, que respete el medio ambiente y que busque un valor social. Lo defendió Iván Díez, y también Gonzalo Alfaro. Eso implica que la empresa no busque el beneficio únicamente para su accionista.
China, la gran vencedora
La pandemia ofrecerá oportunidades para países como España o Italia, si se utilizan bien esos fondos europeos, y generará puestos de trabajo para la industria y el mundo tecnológico. Será el cruce de esos dos sectores el que determinará toda la atención de los inversores, a juicio de Sabrina Ritossa.
¿Y crecimiento equilibrado en todo el mundo? La pandemia ha generado un nuevo mundo de ganadores y perdedores, entre determinadas empresas y sectores, pero también entre zonas geográficas. Lo señaló Francisco Rodríguez d’Achille, socio-director de Lonvia Capital, que destacó la importancia de los países emergentes. En la crisis de 2008 ya fueron la válvula de escape, al tirar de una demanda que en Europa y Estados Unidos se había desplomado. Pero ahora será todavía más decisiva, aunque de una forma desigual. ¿Qué quiere decir? Que el gran ganador será China y los países del sudeste asiático, como Vietnam, mientras que Latinoamérica experimentará un crecimiento más reducido, con mayores dificultades. Emergentes, sí, pero con un gran vencedor: China.