Colonial ha cerrado 2020 con un beneficio de dos millones de euros, cifra que implica llevarse por delante casi la totalidad de los 827 millones de euros ganados un año atrás como consecuencia de elementos atípicos. El grupo ha dado la vuelta al descalabro que acusó en la primera mitad del ejercicio apoyado en la venta de activos no estratégicos por valor de 617 millones. Sin las provisiones y la variación de los precios de los activos obligados en gran medida por la pandemia, la inmobiliaria habría obtenido un resultado neto recurrente de 138 millones, en línea con el año anterior.
“Estamos satisfechos de presentar unos beneficios recurrentes en línea con 2019 a pesar del impacto de la pandemia en la economía a nivel global”, ha apuntado el presidente de Colonial, Juan José Brugera, en el tradicional encuentro con los medios del cierre de ejercicio. El valor de los activos gestionados asciende a 12.020 millones de euros al final del ejercicio, el 1,2% más con respecto a 2019 pese al golpe generado por el coronavirus en el negocio del sector.
Menos ingresos por rentas
Los ingresos por rentas fueron de 340 millones de euros, el 3% menos fruto de la salida de activos no estratégicos durante 2020. Por mercados, París ha sido el que más ha incrementado el valor del porfolio, el 4%, mientras que Barcelona y Madrid se han revalorizado ambos al entorno del 3%.
Pese al contexto económico marcado por la crisis epidemiológica, la compañía ha destacado que los niveles de cobro se mantuvieron en el 99% durante el cuarto trimestre de 2020 y al completo en el caso de París. Las derivadas del coronavirus han tenido un impacto de seis millones en concepto de renegociaciones de contratos, según el balance de la cotizada.
Desinversión de activos
Con todo, la desinversión en activos maduros y de carácter no estratégico ha permitido sanear el balance. Colonial se ha desecho de un porfolio por valor de 617 millones de euros, de los que 413 corresponden al programa Alpha V, ejecutado a final de 2020 y que incluye dos edificios de oficinas en París, otro en Madrid y una nave en Barcelona. Esto ha permitido reducir la deuda financiera un 10% y situar la ratio sobre el valor de activos en el 35%.
En lo que respecta a la desocupación, en 2020 cerró al 4,8%, por encima de la registrada un año antes, fruto del impacto de la pandemia. Madrid fue el mercado que más mejoró en los últimos meses hasta pasar al 3,1%, frente al 5,6% de París y el 4,6% de Barcelona. A pesar de esta fortaleza, el consejero delegado, Pere Viñolas, ha asegurado que este año la socimi no acometerá ninguna política desinversora comparable a la del año pasado. "No estamos trabajando en ello, siempre podemos encontrar oportunidades seleccionadas, pero no contamos con una estrategia determinada como en 2020", ha añadido. Por ahora, el objetivo del grupo es capear el temporal que el Covid ha generado en el sector y asegurar un futuro optimista por sus activos en propiedad.