Cuando hay un vacío de poder, alguien lo ocupa con celeridad. En el caso del empresariado catalán se trata de un doble proceso. Ese vacío existe, porque todavía no se ha constituido el nuevo Govern, pero también se ha producido un cambio cualitativo: Foment ha dado un paso claro, desde la presidencia de Josep Sánchez Llibre, y también el Círculo de Economía, que preside Javier Faus. Las dos instituciones marcan una prioridad al próximo Ejecutivo catalán: la recuperación económica, con una apuesta clara por el diálogo y utilizando a las partes que deseen, de verdad, “mejorar la cosas en Cataluña”.
Foment, como patronal, mantiene una gran actividad, centrada en movilizar ayudas directas a las empresas, por parte del Gobierno central. La habilidad de Sánchez Llibre, su experiencia en Madrid, --fue portavoz de CiU en el Congreso en varias legislaturas—y su ganas de darle la vuelta a la situación, le ha llevado a cotejar todas las peticiones que se formulan con el Gobierno y las grandes instituciones, como el Banco de España. Y esas ayudas, que Foment ha calculado en 50.000 millones, podrían llegar en las próximas semanas, cuando la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ultime “un plan nacional”, en colaboración con la Comisión Europea.
Apuesta por los "mejoradores"
Pero esas ayudas caerán en saco roto sin “estabilidad” o “seguridad” en Cataluña. El Instituto de Estudios Estratégicos de Foment, que dirige Jordi Alberich, insiste en que esa cuestión es vital, y que sin un cambio de rasante en la política catalana será imposible la recuperación económica.
Foment y el Círculo de Economía, que se ha centrado en un debate sobre cómo mejorar la productividad en Cataluña y en el resto de España, coinciden en que, dadas las circunstancias, lo mejor sería algún tipo de entendimiento entre Esquerra Republicana y el PSC de Salvador Illa, que puede vestirse con distintas fórmulas. Se trata de la unir a los “mejoradores”, como ha señalado el ex primer secretario del PSC, Raimon Obiols, frente a los “empeoradores”, un saco en el que se coloca a Junts per Catalunya y a la CUP. Ese ideal, sin embargo, queda ahora lejos.
El turismo, la clave a corto plazo
Sánchez Llibre, en su entrevista con Oriol Junqueras de hace dos días, que ha aprovechado su tercer grado provisional –a la espera de que se solvente el recurso que presentó la Fiscalía para que los políticos presos vuelvan a la cárcel—dejó clara esa preferencia. Junqueras lo sabe, y el conjunto de la dirección de Esquerra, pero el resultado de las elecciones ata a los republicanos a los posconvergentes, aunque las negociaciones podrían derivar hacia otras combinaciones.
Foment ha hecho los deberes y no deja de ofrecerse al Gobierno para colaborar, por ejemplo, en la campaña de vacunaciones, para que sean las propias empresas las que lo hagan a sus trabajadores. Y prepara planes de reindustrialización con la utilización de los fondos europeos, para que éstos sean, de verdad, “palancas que lleven a un cambio del modelo productivo”. La percepción es que Cataluña “está en un momento clave, y el conjunto de España también, de cierto declive, como lo marca, por ejemplo, que en la prensa internacional apenas aparezcan informaciones sobre empresas españolas o planes de inversión”, señalan fuentes de la patronal.
Europa no esperará mucho tiempo
El Círculo de Economía va en la misma línea, pero, como lobby empresarial, intenta trazar un camino a medio y largo plazo, que pasa por cuestiones económicas, pero también por resolver los cuellos de botella institucionales y territoriales. En las últimas semanas han pasado por la sede del Círculo, de forma presencial, desde el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos; hasta la vicepresidenta económica Nadia Calviño, o el presidente del PP, Pablo Casado, pero también han expresado su posición el ex ministro Josep Piqué o los responsables del IVIE, el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, que alertan sobre una España a tres velocidades.
Lo que se pretende, según miembros de la Junta del Círculo, es una hoja de ruta, en la que se dibujen diversas reformas, para que España dé un salto en todos los ámbitos. “Es el momento, aprovechando lo que reclama Europa y las ayudas que llegarán de Europa”, aseguran. Y desde la convicción, como apuntó también en el Círculo el eurodiputado Luis Garicano, de que el norte de Europa esperará a España, pero no a medio plazo si no ha resuelto esas barreras que le impiden mejorar su productividad.
Pimec, a la espera
Hay una tercera para que empuja para logra la recuperación económica, que representa la patronal Pimec. Todo está a la espera de un hecho trascendental y es que Antoni Cañete, el candidato por el que apostó Josep González, presidente de Pimec en los últimos años, gane las elecciones frente al candidato de la ANC, Pere Barrios. Eso se conocerá en las elecciones de este martes. Si gana Cañete, el independentismo habrá sufrido su primera gran derrota, en su intento de asaltar las grandes instituciones económicas. En ese caso, los “mejoradores” tendrán una oportunidad para rehacer la economía catalana, que tiene un gran talón de Aquiles.
“La apuesta por el sector servicios, por industrias como la turística condiciona la recuperación, pero si llega este mismo verano, con la campaña de vacunación el salto puede ser importante”, señalan las mismas fuentes de Foment.
Sin embargo, todo está sujeto a la composición del próximo Govern. “Todo tiene que estar enfocado a la recuperación, con un gobierno sólido, que deje de lado el proceso independentista, que actúe en los sectores más necesitados y que genere confianza”, apuntan.
¿Quién recoge el guante? Las dos instituciones económicas, Foment y Círculo de Economía, coinciden en que Pere Aragonès está dispuesto a llevar a cabo esa tarea, buscando también la ayuda del Gobierno español. ¿Pero, con qué socios?