Abertis se prepara para el fin de las concesiones y abre una filial de mantenimiento en Cataluña
La nueva división, registrada en Barcelona, articulará la participación de la compañía en el negocio de conservación de carreteras
20 febrero, 2021 00:00Abertis ya mira a su futuro en España, con un negocio concesionario claramente a la baja, y para tal fin ha constituido recientemente una nueva filial destinada a las actividades de mantenimiento y conservación de carreteras, que abrirán nuevas oportunidades en adelante conforme se suceda el fin de las actuales concesiones.
La compañía ya ha visto reducida de forma notable su cartera en España debido a la decisión del Gobierno de no prorrogar las concesiones de autovías, lo que llevará a Abertis a ver reducida de forma notable su facturación en el mercado local.
Adiós a Aumar y Acesa
En 2019, vencieron dos concesiones de relevancia para Abertis, como fueron las de la AP7 entre Tarragona y Alicante y la AP4 (Sevilla-Cádiz), que estaban bajo el paraguas de Autopistas del Mare Nostrum (Aumar). En agosto de este año llegará a su fin la concesión de la AP7 entre La Jonquera y Alicante, en manos de la histórica Acesa, germen de lo que hoy en día es Abertis.
De este modo, Abertis se ve en la obligación buscar alternativas de negocio en España, una de las cuales es la de la conservación y mantenimiento de carreteras. Un área en la que el grupo es un referente gracias a sus muchos años de experiencia en el sector de concesiones pero que, hasta ahora, no había precisado de un vehículo específico para desarrollar estas tareas ya que estaban incluidas en las actividades propias de las diferentes concesionarias con las que contaba.
Registrada en Barcelona
Sin embargo, con el fin de las concesiones llega también el de las sociedades concesionarias, que se extinguen una vez que finalizan los contratos con todos sus activos, de modo que la compañía no contaba hasta ahora con una filial dedicada a estos menesteres y que no estuviera vinculada a una concesión en concreto.
La nueva división de la compañía se denomina Abertis Gestión Viaria y ha sido registrada en la sede que la compañía mantiene en Zona Franca de Barcelona, pese a estar controlada al 100% por Abertis Autopistas España, que es una de las filiales que el grupo trasladó a Madrid, junto con la propia matriz, a finales de 2017, a raíz de los acontecimientos en torno al procés y al referéndum ilegal del 1 de octubre.
La incógnita del pago por uso
Abertis pretende adelantarse y estar preparada para el momento en que comiencen a proliferar concursos públicos para la mantenimiento de la extensa red de carreteras de alta ocupación en España, que irán en aumento a medida que las concesiones reviertan al Estado tras llegar al final de su periodo.
La posibilidad de establecer un sistema de pago por uso generalizado en la red lleva tiempo encima de la mesa de la Administración central, que no termina de tomar una decisión sobre un asunto delicado, y más aún en tiempos de crisis. De salir adelante, se abriría una nueva vía de negocio para el sector concesionario en general y para Abertis en particular como referente del mismo.
Estrategia
En cualquier caso, no parece que el sistema vaya a implantarse a corto plazo, con lo que Abertis ha optado por prepararse para algo más realista.
En lo que se refiere al negocio concesional, la compañía busca oportunidades en el exterior para evitar que el fin de las concesiones en España impacte en la cuenta de resultados. En el marco de esta estrategia cabe situar las recientes operaciones llevadas a cabo por la compañía, tanto en México como en EEUU.
Operaciones en el exterior
En México, Abertis se hizo con la mayoría de RCO, propietaria de cinco concesiones autopistas de peaje en el país azteca, en una transacción valorada en unos 1.500 millones de euros.
Mientras, como parte de un consorcio junto a Manulife Investment Management, se hizo con la concesión de unos túneles ubicados en la región de Hampton Roads, en el estado norteamericano de Virginia, por unos 1.000 millones de euros.