El impulso de las compras por internet, acelerado por la pandemia de coronavirus, ha ido acompañado de un aumento de todos los tipos de ciberdelincuencia. Esta tendencia se ha notado de forma particular en la venta de artículos lujosos. “Los casos de falsificaciones y abusos de marca han crecido en la misma proporción que ha crecido el consumo de e-commerce en el mundo”, señala Ignacio Muguiro, director de marca de Brand Protection.
Esta empresa tecnológica de ciberseguridad que se dedica, precisamente, a combatir esta práctica cada vez más extendida. “El Covid ha acelerado la compra online de productos de lujo como la relojería, que antes era mucho más de ir a una tienda especializada”, explica Muguiro, que cree que algunos clientes no están acostumbrados a verificar sus compras digitales aunque sean de productos de alta gama.
Falta de control con las copias
Según el directivo de la firma antipiratería, el problema es que “muchas personas han tenido que dar el paso de empezar a comprar online”, cuando en muchos casos no lo habían hecho nunca. Una situación que describe como “un caldo de cultivo” para las estafas y falsificaciones.
“Un comprador joven y más avanzado se fija si una conexión es segura y ese tipo de cosas”. Ante este reto, las plataformas de venta en línea como Amazon o Aliexpress “ponen las herramientas” necesarias para solucionarlo, pero “tienen tal volumen de crecimiento que no pueden controlarlo”, detalla el especialista.
Desconocimiento al cursar la compra
Un nuevo estudio de Brand Protection revela que de entre los consumidores consultados --personas que han comprado al menos un reloj por internet-- más de la mitad (el 52%) ha adquirido un reloj falso sin saberlo. Pero al mismo tiempo, el 48% ha comprado alguna vez una falsificación de forma intencionada. Según Muguiro, ambas situaciones son habituales, ya que el sector relojero “siempre ha sido de los más falsificados”.
Y a ello se le añade que los que realizan estas copias ilícitas encuentran en internet un espacio ideal para distribuir sus productos al por menor. Mientras que la policía es cada vez más efectiva en incautar este tipo de artículos y hacer que no lleguen de forma física a su destino, el control de los envíos individuales desde otros países hasta el domicilio de consumidor reciben mucho menos control, según subrayan desde la compañía.
El auge del ‘smartwatch’
Uno de los tipos de reloj que se enfrenta a estas falsificaciones es el inteligente, el de más éxito en el mercado digital. El 56% de los encuestados han comprado un smartwatch. Los productos electrónicos también se falsifican. Según la Unión Europea, cada año se venden 180 millones de móviles falsos en todo el mundo y el 10% de los artículos falsos incautados pertenecen a esta categoría.
Para simplificar a las marcas y a las plataformas de comercio electrónico la lucha contra las falsificaciones, Brand Protection comercializa una tecnología para detectar las infracciones de forma automática. “Nos toca pelear a diario con tecnología e inteligencia artificial para ser más efectivos”, explica Muguiro, que cree que las marcas, los consumidores, las plataformas y empresas como la suya deben librar juntos esta batalla contra los abusos comerciales.