La Generalitat ha resuelto levantar la suspensión de la actividad de la planta de derivados de óxido de etileno y óxido de propileno que Iqoxe tiene en el polígono químico La Canonja (Tarragona), y que estaba paralizada desde el accidente del 14 de enero de 2020 en otra planta de la compañía, que provocó la muerte de tres personas.
La decisión se ha tomado después de comprobar que la instalación cumple la normativa vigente en materia de seguridad industrial y de verificar la implementación de medidas adicionales de seguridad, ha explicado la administración catalana este martes en un comunicado.
Tres plantas, paradas
Eso sí, la suspensión de la actividad se mantendrá para otras tres plantas más de la compañía hasta que se acredite que cumplen la normativa de seguridad industrial, mientras que la instalación donde se produjo la deflagración --que utilizaba una tecnología diferente al resto-- se ha desmantelado.
La Generalitat, que suspendió la actividad de todas las instalaciones de Iqoxe para investigar los hechos y revisar las instalaciones, mantiene abierto el expediente informativo para determinar las causas de la explosión que la empresa tiene en La Canonja.
Causas de la explosión
Al procedimiento para la reapertura se han incorporado las conclusiones de los informes elaborados por la consultora DNV GL --encargado por la propia administración catalana-- y por el Institut Químic de Sarrià (IQS) --encargado por Iqoxe-- para investigar las causas del accidente.
La consultora situó como hipótesis más probable sobre la causa del accidente la descomposición térmica del óxido de etileno, y la aparición de un punto caliente en el sistema de reactores, mientras que el IQS concluyó que el accidente de Iqoxe se produjo por "una concatenación de circunstancias no detectables que llevan a una reacción química súbita, inesperada e imprevisible por ser desconocida".