Un fallo en cadena de las barreras de seguridad provocó la explosión de Iqoxe

Una auditoría encargada por la Generalitat de Cataluña ha concluido que la explosión de Iqoxe se debió a un fallo en cadena de las barreras de seguridad. La Generalitat ha entregado este martes los resultados de la investigación al Parlament, pocos días antes de que se cumplan diez meses del fatal accidente en la central química de La Canonja (Tarragona).

El informe, elaborado por la consultora DNV GL, sostiene que la causa más probable del siniestro fue la descomposición térmica de óxido de etileno. La formación de este componente en un punto caliente de los reactores provocó el estallido de la fábrica.

Fallos graves de seguridad

A partir de esta hipótesis, la investigación identifica los mecanismos preventivos que no intervinieron en la mitigación del fuego. El estudio destaca puntos técnicos mejorables en la identificación y gestión de riesgos.

También constata graves deficiencias en la protección de la sala de control o edificios ocupados y señala la ausencia de buenas prácticas industriales por parte de Iqoxe. En concreto, la consultora no tiene constancia de que la dirección haya efectuado estudios de seguridad para establecer directrices ante la fuga de sustancias químicas.

Investigación judicial

Aparte de esta auditoría, el juzgado de instrucción 1 de Tarragona ha abierto diligencias para determinar si Iqoxe incurrió en los presuntos delitos de imprudencia grave con resultado de muerte, lesiones, daños y delitos contra los derechos de los trabajadores. La clave del caso es el comportamiento de los responsables de la planta, que decidieron continuar con la actividad pese a la detección de una fuga en el reactor.

El accidente causó la muerte de tres trabajadores e hirió a otras ocho personas. Además, provocó cuantiosos daños en las instalaciones y en edificios cercanos.

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