Artesta, plataforma de venta de obras de arte de artistas independientes de todo el mundo, ha facturado más de 1,1 millones de euros en ventas en su primer ejercicio completo. En este periodo contabiliza también más de 15.000 pedidos registrados y 1,5 millones de visitantes únicos. Todo ello le ha permitido generar beneficios sin inversión externa en una fase temprana de su negocio, todavía lejos de los números que pretenden alcanzar en el futuro.
Una vez se ha consolidado el modelo de negocio en el mercado español, el objetivo es replicarlo en el Reino Unido, Francia, Alemania e Italia. De momento, el mercado de Reino Unido ha significado el 16% de sus ventas del último ejercicio y Francia un 7%. En otras palabras, aproximadamente un 25% de la facturación ha sido internacional, lo que anima a la plataforma a iniciar en breve su expansión en otros países europeos.
Una amplia cartera
Esta plataforma, fundada por Adrià Rosendo y Raúl Valdivia, ofrece a los artistas la oportunidad de publicar sus obras y generar ingresos pasivos sin ocuparse de la gestión, promoción, venta, producción, logística o envío del producto acabado. El cliente tiene la opción de escoger la medida y el tipo de soporte y acabado, desde láminas de papel enmarcadas o lienzos de tela, hasta metacrilatos y paneles de madera o aluminio.
Un producto de nicho que, por precio, puede competir perfectamente con empresas como Ikea, pero con una cartera de diseños y soportes mucho más amplia que se refuerza en los artistas que hay detrás de cada obra. Su modelo de producción, basado en el print on demand, les permite no tener la necesidad de stock y actualmente cuenta con un catálogo de más de 6.000 productos y más de un centenar de artistas publicados.