El as en la manga de IFM para tomar Naturgy: el poder de su presidente

Aunque el poder ejecutivo está en manos del consejero delegado, David Neal, el papel de Combet va más allá del carácter de mera representatividad que suele tener el ‘chairman’ en las estructuras societarias anglosajonas. En Australia se le ha llegado a calificar como el hombre más poderoso del país debido a su profunda llegada tanto en el ámbito empresarial como en el político.

Pasado sindical y político

Cabe tener en cuenta que Combet no sólo preside IFM Investors, en el que participan cerca de una treintena de fondos de pensiones relacionados con numerosos sectores, sino que además está al frente de Industry Super Australia, una suerte de lobby de entidades de este tipo con una gran capacidad de influencia en el ámbito empresarial del país.

La llegada de Combet a esta industria de los fondos de pensiones se produjo hace siete años, proveniente del ámbito político y, anteriormente, sindical. Combet fue el líder del Consejo Australiano de Organizaciones Sindicales. De ahí dio el salto a la política, enrolado en las filas del Partido Laborista, con un gran protagonismo. Además de ejercer como miembro del Parlamento, Combet ha formado parte del Gobierno del país entre 2008 y 2014, como ministro al frente de diversos departamentos, entre los que destacan los de Industria e Innovación y Cambio Climático y Eficiencia Energética.

Decisión personal

Precisamente, carteras equivalentes a las de los gabinetes del Gobierno español que, teóricamente, deben tener el peso principal a la hora de autorizar o no la operación. Ante el Ministerio de Industria, liderado por Reyes Maroto, debe tramitar IFM de forma oficial el pertinente visto bueno.

No obstante, tanto Moncloa como el fondo australiano son conscientes de que la decisión personal del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, va a tener una importancia capital en el desenlace final de este proceso. De ahí que si finalmente la situación se enquista, la baza de Combet sea de lo más apropiada para destacarla.

Afinidad ideológica

Su pasado político y el hecho de que su afinidad ideológica esté en línea con la del Ejecutivo español son factores a tener en cuenta a la hora de pensar en Combet para estos menesteres.

Entre las habilidades más destacadas del presidente de IFM, además de sus conocimientos del ámbito industrial y del segmento de los fondos de pensiones, se encuentra su capacidad de negociación y resolución de conflictos, que ha tenido que poner sobre la mesa en multitud de oportunidades en sus diversas etapas, tanto en su papel al frente de los sindicatos, como posteriormente en el Gobierno y después en el ámbito de la inversión colectiva.

Cascada de mensajes

Una de las últimas labores de Combet relacionadas con el sector público fue su participación como miembro del comité especial diseñado por el Gobierno australiano para gestionar la crisis del Covid-19, que ya ha abandonado aunque continúa prestando servicios de asesoramiento externo.

En los últimos días se han sucedido diversas apariciones en IFM en la prensa española con mensajes sobre la vocación de permanencia con la que pretenden llegar a Naturgy y su carácter colaborador con la actual gestión de la compañía energética.

Acogida fría

Las primeras sensaciones transmitidas desde Moncloa acerca de la operación han sido percibidas por IFM como demasiado frías. A mediados de semana, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, recordó que el Gobierno debe velar por el control de sectores estratégicos como el energético y mostró su oposición a que operaciones por parte de inversores extranjeros amenazaran esta situación.

Ábalos no es un miembro cualquiera del Consejo de Ministros; además del titular de la cartera de Transportes, se trata del secretario de organización del PSOE y una persona muy próxima al presidente, cuyo entorno no es partidario, al menos hasta la fecha, que aprobar la opa.

Incertidumbre

Este clima de frialdad e incertidumbre se ha trasladado también a los mercados, donde los títulos de Naturgy cotizan sensiblemente por debajo del precio de 23 euros que incluye la oferta de IFM.

Todos estos ingredientes explican la proactiva actitud del fondo en los últimos días, así como el hecho de que preparen una posible vía política para despejar el horizonte de la operación.