Los resultados anuales de Naturgy presentan pérdidas contables de 347 millones de euros al cierre de 2020 después de que la compañía decidiera revisar a la baja en 1.363 millones de euros el valor de su cartera de activos, especialmente en lo que se refiere a la generación convencional (no renovable). Esto provoca un impacto en las cuentas de 1.019 millones.
No obstante, el beneficio ordinario experimentó un descenso del 36,7%, hasta 872 millones de euros, influido por la caída de la demanda de gas y electricidad como consecuencia de la crisis del Covid-19, así como por las tensiones en el mercado de materias primas, especialmente en el segmento del gas natural licuado (GNL).
Impacto de la venta en Chile
Los resultados de la compañía que preside Francisco Reynés también se han visto impactados por la venta del negocio de distribución de electricidad en Chile, ejecutada a finales del pasado año, lo que ha llevado a Naturgy a reformular las cuentas de 2019 para hacerlas comparables con las del pasado ejercicio.
De este modo, el resultado operativo (Ebitda) ordinario experimenta un descenso del 14,6% respecto al de 2019, hasta 3.714 millones de euros, con la consideración en ambos casos de que el negocio de redes de Chile está clasificado como disponible para la venta.
Objetivo cumplido
Con este activo aún en el perímetro, el Ebitda hubiera alcanzado los 3.964 millones de euros, en línea con el objetivo de 4.000 millones que se había fijado la energética para el conjunto del año, antes de conocerse que el escenario iba a ser tan complicado como consecuencia de la pandemia.
En 2020, las inversiones de Naturgy se situaron en 1.279 millones de euros, el 24,1% por debajo de las registradas en 2019, lo que la compañía justifica en su comunicación de resultados por la reducción en el crecimiento de las redes de gas en España así como por la ralentización en los desarrollos de proyectos renovables como consecuencia de los periodos de restricciones de actividad en España en el contexto del primer estado de alarma.
Depreciación de ciclos combinados
La depreciación de activos ha afectado principalmente a la cartera de ciclos combinados en España, que ha sufrido una rebaja en su valoración de 1.145 millones de euros, que la compañía justifica por los cambios estructurales en el escenario energético, focalizados en el avance de los desarrollos de instalaciones renovables. También incluye una partida de 198 millones relacionada con los activos de gas en Argentina como consecuencia del escenario macroeconómico, marcado por la hiperinflación en el país austral.
Se trata de la segunda revisión de activos que lleva a cabo Naturgy desde que implantó el plan estratégico 2018-20, que tiene pendiente revisar en la actualidad, condicionado por la opa parcial por el 22,7% del capital a cargo del fondo IFM, que se anunció la pasada semana. Precisamente, dicho plan arrancó con un notable saneamiento de la cartera del grupo, valorada en cerca de 4.000 millones de euros, que impactó en las cuentas de 2018.
Recorte de deuda
La operación de venta en Chile ha permitido a la compañía reducir un 10,8% la deuda de Naturgy, que se sitúa en 13.612 millones de euros, aunque estas cifras tan solo reflejan la desconsolidación del activo tras reclasificarlo como mantenido para la venta. El impacto completo de la transacción se producirá cuando esta haya concluido, una vez cumplidos los diversos trámites administrativos.
No obstante, como consecuencia del descenso del resultado operativo, la ratio deuda/Ebitda se elevó a 3,9 veces, frente a 3,6 veces al cierre de 2019.
Caída de la facturación
El descenso de la demanda como consecuencia de la crisis se tradujo en una caída del 26,1% en la cifra de ventas de Naturgy, que se situó a cierre de 2020 en 15.345 millones de euros.
Este capítulo también se vio afectado negativamente por el descenso de los precios de la energía y la evolución de las divisas latinoamericanas. Naturgy anunció tras la venta de su negocio en Chile que sus nuevas inversiones se centrarán en mercados con monedas más estables, concretamente el euro, el dólar y la libra esterlina.