Santander registró pérdidas contables de 8.771 millones de euros en 2020 por los elevados saneamientos de sus inversiones históricas y créditos fiscales, a los que se han añadido las provisiones derivadas del Covid-19 y un extra en el cuarto trimestre relacionado con el proceso de ajuste de plantilla y oficinas en España.
Al margen de los extraordinarios, la entidad cerró el ejercicio con un beneficio neto de 5.081 millones de euros, el 38% menos que el obtenido en 2019, debido a las citadas provisiones por la pandemia. Con el efecto del tipo de cambio, el descenso fue del 29%.
Mantiene objetivos
El banco mantiene sus objetivos a medio plazo de alcanzar un retorno de capital tangible de entre el 13% y el 15% y también el de recuperar un pay-out (porcentaje del resultados destinado a dividendos) de entre el 40% y el 50%. Es decir, el habitual antes de la crisis. Lo hará cuando el Banco Central Europeo (BCE) levante las actuales restricciones.
El retorno de capital tangible en 2020 se desplomó cerca de 10 puntos, hasta el 1,95%. En el cuarto trimestre se situó en el 6,86%, frente al 10,58% establecido en el tercer trimestre.
Cae el margen de intereses
Por el momento, la entidad abonará en efectivo a sus accionistas 2,75 céntimos de euro por título, en línea con el máximo permitido por el regulador.
La entidad registró un descenso del 9,3% en el margen de intereses, que sumó 31.994 millones de euros, debido al entorno de tipos negativos; los ingresos por clientes se mantuvieron estables (42.009 millones), aun con una caída de la actividad económica. La evolución de esta última variable está relacionada con un incremento en el número de usuarios para cerrar el año con 22,8 millones en todos los mercados en los que opera el grupo financiero.
Descenso de la morosidad
En cuanto a la solvencia, la ratio de capital CET1 se incrementó en 69 puntos básicos a lo largo del año para situarse en el 12,34%, por encima del rango objetivo de entre el 11% y el 12%. Por ello, el banco estima que cuenta con mayor flexibilidad para retomar la remuneración a sus accionistas en función de las autorizaciones regulatorias.
La ratio de morosidad descendió de forma moderada, 11 puntos básicos, para concluir 2020 en el 3,21%. La entidad destaca que un 79% de las moratorias concedidas a sus clientes en el contexto de la crisis derivada del coronavirus, equivalente a 89.000 millones de euros, habían vencido al cierre del ejercicio y sólo el 3% se encontraba en fase 3. Es decir, calificado como dudoso.