Los planes de futuro de OHL pasan por la venta de dos de sus activos más valiosos: los complejos de Canalejas, en Madrid, y Old War Office, en Londres, por los que la compañía prevé obtener más de 500 millones de euros. Se trata de uno de los cimientos de la hoja de ruta diseñada por la familia Amodio, primer accionista de la compañía, y uno de los argumentos para convencer a la banca acreedora de la viabilidad de la misma.
La operación de recapitalización y reestructuración de deuda anunciada en las últimas horas marca, esta vez sí, el que debe ser el inicio de una nueva era en OHL, después de que los Villar Mir, fundadores del grupo tal y como se conoce hoy, cedieran el control a los empresarios mexicanos Luis y Julio Amodio. El aterrizaje iniciado el pasado año, con la adquisición de un 16% del capital y el compromiso de alcanzar el 25%, quedó a medias; y la puesta en valor de estos activos tiene que ver con esta maniobra.
Ganar tiempo
En realidad, la venta de los activos ya estaba en la agenda del equipo de gestión de OHL que lidera su consejero delegado, José Antonio Fernández Gallar. Sin embargo, la pandemia del coronavirus terminó por complicar los planes que, ya de por sí, estaban muy ajustados en el tiempo.
Precisamente, eso es lo que han conseguido los Amodio al pactar con una mayoría de los bonistas la reestructuración de la deuda: ganar tiempo con el fin de que el valor de Canalejas y Old War Office se incremente a medida que avancen sus respectivos desarrollos.
Revalorización diferida
Sin embargo, para lograr esa necesaria prórroga era preciso solventar la presión de los próximos vencimientos de deuda, con las emisiones de bonos a 2022 y 2023, con un saldo vivo cercano a los 600 millones de euros.
Actualmente, el valor en libros de la participación de OHL en ambos proyectos se encuentra en el entono de los 300 millones de euros. En el caso de Canalejas, aunque las obras están prácticamente finalizadas, la entrada en explotación de los diferentes negocios, básica para que el activo se revalorice, se ha retrasado de forma notable.
Consolidar los activos
El hotel Four Seasons ya pudo abrir sus puertas después del pasado verano, aunque más tarde de lo previsto y en un entorno nada favorable por el desplome que el Covid-19 ha generado en el turismo. Por su parte, la galería comercial de lujo aún espera su arranque para algún momento de este 2021.
La operación anunciada este jueves permite afrontar los próximos vencimientos con una nueva emisión de bonos a 2025 y 2026. Por entonces, ambos activos estarán mucho más consolidados y podrán proporcionar a la compañía los ingresos necesarios para alimentar los negocios de construcción y concesiones, que son aquellos en los que se ha centrado desde la entrada del nuevo equipo directivo, allá por el año 2018.
Objetivo: +30% en ventas
La mencionada nueva emisión de bonos se llevará a cabo por una filial creada con esta finalidad bajo la denominación de Nueva OHL, cuyo destino a largo plazo es, en realidad, tomar el testigo del actual grupo. Además, de una forma de articular la operación, supone también un elemento simbólico llamado a marcar el inicio de una nueva etapa en la compañía.
Los números presentados ante los inversores hablan de una evolución de las ventas del 30% en los próximos tres años. En 2023, OHL tiene como objetivo cerrar el año con una facturación de algo más de 3.700 millones de euros.
Duplicar el beneficio operativo
En lo que se refiere a la cartera de negocios, la compañía tiene como meta incrementarla cerca de un 50%, para que pase del volumen de 4.400 millones de euros en que cerró 2020, según las estimaciones de la empresa, al entorno de 6.630 millones. De esta cantidad, al menos el 30% debería corresponder al negocio concesional.
Además, OHL prevé multiplicar por más de dos su resultado operativo (Ebitda), para alcanzar los 155 millones de euros en 2023.