El mercado eléctrico ha culminado el año con un dato esperanzador con vistas a la recuperación de la economía en 2021. La demanda de electricidad ha mostrado en diciembre un incremento interanual del 1,6%, el primero que registra desde el estallido de la pandemia del coronavirus, que ha llegado a provocar descensos en esta variable superiores al 20% en determinadas épocas del año.
En lo que se refiere al conjunto del ejercicio, la caída global de la demanda de electricidad ha sido del 5,3% de acuerdo con los datos provisionales de Red Eléctrica. Una evolución sin apenas precedentes en la historia reciente del mercado.
Más de año y medio a la baja
El comportamiento de la demanda en el último mes del año ha sido atípico pero no sólo por el hecho de tratarse del primer incremento interanual registrado desde el inicio de la pandemia. Además, supone romper una racha de 22 meses consecutivos con descensos en tasa interanual de la demanda de electricidad.
De hecho, la última evolución positiva respecto al mismo periodo del año anterior se registró en enero de 2019. Los descensos que se dieron en los meses posteriores, algunos de ellos notablemente pronunciados, ya formaban parte de los síntomas de debilidad del crecimiento económico, manifestados especialmente en la segunda mitad del año, cuando el Gobierno se vio obligado a revisar ligeramente a la baja sus previsiones macroeconómicas para 2020. Obviamente, sin tener por entonces en cuenta una circunstancia ni de lejos parecida al virus.
Desplomes pronunciados
Resulta especialmente significativo que la demanda de electricidad en diciembre haya sido superior a la del mismo mes de 2019 cuando aún están en vigor numerosas restricciones a la actividad económica, especialmente la relacionada con el sector de hostelería, en la mayoría de Comunidades Autónomas, además de medidas como el toque de queda.
A lo largo del año, se han dado desplomes de la demanda como el registrado en abril, el 17,5% por debajo del dato del mismo periodo de 2019. Durante aquel mes se aplicó la mayor limitación de movilidad y actividad económica de toda la pandemia cuando, durante dos semanas, tan sólo estaban habilitadas las actividades consideras como esenciales y que no se pudieran realizar en remoto.
Nueva normalidad
Fue el periodo del ya célebre permiso remunerado recuperable, durante el que la demanda cayó por encima del 20%, según constató Red Eléctrica.
Tras del fin del primer estado de alarma, a finales de junio, las cifras volvieron poco a poco a una relativa normalidad, aunque siempre sensiblemente por debajo de las registradas en 2019. Así, los descensos interanuales de septiembre y octubre fueron de en torno al 3%, una evolución que puede darse incluso en circunstancias convencionales.
La recaída de noviembre
Sin embargo, noviembre volvió a registrar caídas por encima del 5% debido a que la incidencia de las segunda oleada del Covid-19 provocó la declaración del segundo estado de alarma por parte del Gobierno central y, además, nuevas medidas de restricción y cierre actividades en las Comunidades Autónomas. Algunas de ellas, como las adoptadas en Cataluña, especialmente perjudiciales para consumidores como los hosteleros y los centros comerciales.
En cuanto a la generación se refiere, la nuclear ha vuelto a ser la fuente más empleada, con un peso en el mix de algo más del 23%, seguida de cerca por la eólica, que ha mostrado un incremento del 1% en relación con las cifras de 2019. El mayor incremento ha correspondido a la solar fotovoltaica, en pleno auge, que ya supone más del 6% del total, cuando hace apenas tres años tenía un componente prácticamente residual.
Dato esperanzador
La demanda eléctrica es considerada por buena parte de los expertos como un indicador adelantado de la evolución económica, por lo que este particular brote verde energético de diciembre podría augurar un repunte ya desde los comienzos de 2021.
No obstante, todo estará condicionado tanto por los resultados de las campañas de vacunación como por la intensidad de una tercera oleada del virus que una mayoría de epidemiólogos han pronosticado para las primeras semanas de enero.