La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado a Renfe dos meses de plazo para que baje las tarifas que cobrará a los nuevos operadores ferroviarios por el mantenimiento de los trenes a partir de mayo de 2021.
Según ha determinado la CNMC, la rentabilidad fijada por Renfe para el alquiler de los 106 talleres que posee es muy superior al coste de capital, ya que muchos de los 20.000 activos con los que cuenta estarían amortizados. Esos servicios son fundamentales para que las compañías puedan hacer la puesta a punto tras la liberalización del sector, que comenzará con el inicio de las operaciones por parte de SNFC entre Madrid y Barcelona a partir de mayo.
Incremento "artificial" de los costes
El regulador constata que Renfe no se ha basado en los importes incluidos en su contabilidad y que ha optado por estimar lo que costarían estos activos actualmente. Esto implica que, por ejemplo, una máquina o instalación que fuera antigua y, por tanto, en la contabilidad de costes de Renfe estuviera ya casi amortizada, para el cálculo de los precios de los servicios que presta a otras empresas, el coste imputado sería el precio que debería pagar Renfe Mantenimiento actualmente por su adquisición.
La resolución de Competencia considera que la metodología de Renfe Mantenimiento "incrementa de forma artificial los costes de los servicios de mantenimiento" y, en consecuencia, es contraria al artículo 101 de la Ley del Sector Ferroviario, que establece que los precios de los servicios en instalaciones ferroviarias "no podrán superar el coste de su prestación más un beneficio razonable".
Rectificación de las tarifas
Para el cálculo de este beneficio razonable, Renfe Mantenimiento aplica un margen sobre los costes. Sin embargo, la CNMC ha considerado que debe tenerse en cuenta el riesgo, o la ausencia del mismo, que afronta la empresa, por lo que este no puede limitarse a calcular la media de los beneficios de otras empresas.
Además, la Comisión Europea ha publicado recientemente una comunicación en el ámbito de las comunicaciones electrónicas que busca homogeneizar los cálculos del coste medio entre los distintos reguladores europeos para evitar la dispersión en las estimaciones. Así las cosas, la CNMC le ha dado dos meses a Renfe Mantenimiento para que vuelva a publicar las tarifas modificadas y remitirlas al regulador incluyendo el detalle de los ajustes realizados.