“Esto se ha desmadrado”. En Rechapados Ferrer, una pequeña empresa de La Garriga con una docena de trabajadores, no paran de llegar pedidos. Desde que sus tableros de ajedrez salieron en la serie Gambito de dama, las ventas se han disparado hasta las 15.000 unidades mensuales, el triple de lo que se vendía en un año normal en los mejores meses, los de Navidad.
La empresa ha quedado prácticamente colapsada después del aumento de pedidos, que se ha notado sobre todo con el estreno de la serie de Netflix en octubre, pero que empezó antes: “A partir del confinamiento, hemos notado una ligera subida porque la gente estaba en casa”, explica Miguel Berbel, responsable de la división de ajedrez de Rechapados Ferrer.
Planta de producción de Rechapados Ferrer / RF
A toda máquina
“Estamos reorganizando la empresa para poder abastecer a todo el mundo”, señala Berbel. El pequeño equipo que opera la fábrica y las oficinas no da abasto: “Estamos trabajando los sábados. No hemos hecho puente en la oficina”, explica el responsable.
Sin embargo, aún no se han atrevido a hacer contrataciones, algo que solo barajarán si el volumen de ventas actual se mantiene en enero: “Tal y como está la situación del país, meter a más gente no nos lo hemos planteado”. Según Berbel, “la pregunta del millón” es “si es una situación para quedarse o una moda pasajera”.
Tableros de cine
Berbel reconoce que la aparición estelar de estos tableros en el drama estadounidense fue del todo inesperada, ya que no fueron ellos los proveedores de la producción sino un intermediario de Alemania. “Me dio por ver la serie y descubrí que algunos de los tableros eran nuestros”.
El empleado los identificó porque son de manufactura “especial, con una chapa de madera diferente” y que solo se vende en exclusiva a este cliente alemán. No todos los tableros que aparecen en la serie son de la marca catalana, pero sí “muchos”, sobre todo en el episodio final, ya que se trata de tableros profesionales de competición, en los que se especializa la empresa.
Fiebre ajedrecista
Ahora, la fábrica de La Garriga está deseando que se confirme la posible renovación de Gambito de dama para una segunda temporada, que podría suponer un nuevo revulsivo para toda la producción relacionada con el ajedrez. De hecho, a Rechapados Ferrer le consta que esta nueva tendencia ha acabado también con los stocks de sus competidores y empresas del sector en Polonia e India: “No hay tableros en el mercado”.
La catalana exporta a países como Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Japón. Su actividad empezó en los años 50, y en los 70, Joan Ferrer, uno de sus fundadores, dio los primeros pasos hacia la internacionalización.
Tallados a mano
Berbel define la fabricación de estos tableros de madera como un “oficio” y no un proceso industrial. De hecho, aunque los trabajadores se apoyan en máquinas, la producción es esencialmente a mano.
Ello dificulta hacer nuevas incorporaciones a la plantilla, puesto que “el proceso de fabricación no lo aprendes en dos semanas”. Sin embargo, la empresa teme que la demanda sin precedentes actual “puede ser contraproducente” si supone no poder cumplir los plazos de entrega y perder un prestigio labrado durante décadas. Un dilema que habrá que resolver en los próximos meses.