Joan Canadell quiere seguir ligado a la Cámara de Comercio de Barcelona, aunque haya dado el paso para formar parte de las listas al Parlament de Cataluña con las siglas de JxCat. Para Canadell no debe ser incompatible. Su objetivo es mantenerse como “vicepresidente” de la organización de dinamización económica de la capital catalana o como “vicepresidente o presidente del Consejo de Cámaras”, en el caso de que sea elegido diputado y esté en la “oposición”. Es decir, al frente del órgano que comanda las 13 entidades catalanas. Si entra en el futuro Gobierno de la Generalitat, reconoce que es "lógico" que se desvincule del todo de las instituciones de derecho público.
Él mismo ha comunicado esta posición a los suyos tras la reunión de la Ejecutiva de la Cámara de Comercio de Barcelona. Su idea es “respetar” los procedimientos. El primero, es saber si será miembro o no de las listas electorales después del proceso de primarias al que se ha presentado en la candidatura liderada por Laura Borràs. Lo más seguro es que se dispute con Damià Calvet y Mark Serra para estar en los sitios de partida de la lista de Barcelona. Con el reconocimiento de que se ha situado en una línea muy frágil, entre la representación empresarial y la actividad política profesional, Canadell señala que ha pedido un informe a Jordi Cabrafiga, el secretario general de Empresa y número dos del consejero Ramon Tremosa, para conocer la “compatibilidad” de sus dos posibles cargos. El consejero también participará en la carrera por configurar la candidatura independentista, pero por Lleida.
Trabajo interno en la Cámara
Por ahora, Canadell ya ha anunciado que dejará su responsabilidad como presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona en manos de su vicepresidenta, Mònica Roca, tras conocer si será elegido en esa lista electoral. Y, en función de ese informe jurídico, seguirá adelante con la intención de ser diputado en el Parlament. En ese caso, y contando con que estará “en la oposición” dando por hecho que Esquerra se podría imponer en las elecciones como marcan todas las encuestas y apostando por no reeditar el pacto de gobierno actual, desea seguir como vicepresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona y como “vicepresidente del Consejo de Cámaras". O, si se lo piden, como “presidente” de ese mismo Consejo. Aunque no ha dejado claro si esta solicitud debe salir del resto de organizaciones empresariales catalanas o de los miembros de la ANC que están en la dirección de la capital catalana.
Si no sale elegido por los catalanes y no consigue la silla en el Parlament, volverá "a casa", tal y como ha explicado él mismo a la cúpula de la organización. Es decir, a la Cámara de Barcelona.
En todo caso, en este periodo transitorio, Canadell, que se ha caracterizado en todo su mandato por un fuerte activismo independentista, tiene la intención de seguir “trabajando internamente”, yendo a todas las reuniones, pero sin ninguna representación pública, en el seno de la Cámara de Comercio de Barcelona y del Consejo de Cámaras, que también ha presidido hasta ahora.
Así lo ha comunicado a los suyos, en el conjunto de las cámaras de comercio, para curarse en salud ante lo que ya sabe que será su talón de Aquiles y el objeto de las críticas públicas: sus alegatos partidistas desde la entidad empresarial. Canadell quiere “volver a casa” si las cosas le salen mal en la política, con todos los honores, y compatibilizarlo, incluso, en el caso de que sea diputado “en la oposición”.