Foment del Treball lamenta la llamada al boicot de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, contra determinadas empresas y reclama la necesidad de encontrar un equilibrio que permita cohabitar a las plataformas de e-commerce y al comercio tradicional.

Ada Colau generó una nueva dosis de polémica cuando el jueves pidió a los barceloneses a dejar de comprar en Amazon y acudir en auxilio del comercio de barrio en unas declaraciones que enseguida encontraron una contundente respuesta del gigante del comercio electrónico. La actitud de Colau ha queddo en evidencia al saberse que ¡la propia alcaldesa ha puesto su libro a la venta en Amazon!

Buscar soluciones 

Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, se ha mostrado contrario a los planteamientos de Colau. “Entendemos que un gobernante debe trasladar soluciones maduras y solventes ante un tema tan sensible”, escribe la patronal en un comunicado. Incluso va más allá cuando se posiciona de frente a lo que califica de “planteamientos primarios que vayan orientados al boicot contra unas empresas determinadas y contra la libertad de elección de los consumidores”.

Foment señala que el tema de la venta online es una cuestión “muy sensible” y recuerda que la patronal siempre ha buscado una solución para que ambos sistemas, el comercio electrónico y el de barrio, “puedan trabajar en las mismas condiciones de competitividad”.

Desencuentros

No es la primera vez que Foment y la alcaldesa de Barcelona manifiestan públicamente sus diferencias, como ha ocurrido recientemente cuando se ha tratado de expresar sus posturas en temas de movilidad y gestión urbanística.

Foment “lamenta profundamente las declaraciones de Ada Colau, ya que considera que “justamente la alcaldesa de Barcelona es la menos indicada para plantear una solución primaria como la del boicot”. En este sentido, Foment recuerda que en la pasada legislatura, Colau “convirtió la ciudad de Barcelona en la capital mundial del top-manta en detrimento del pequeño y mediano comercio de proximidad y que con sus políticas de movilidad ha criminalizado el coche y l amoto, afectando muy negativamente al comercio del centro de la ciudad, comportando un gran perjuicio para estos establecimientos”.