Las cámaras catalanas pasan al ataque. En un acto celebrado en la Lonja de Mar, las asociaciones de dinamización empresarial local han criticado con dureza a Foment y Pimec por oponerse al proyecto legislativo que pretende conferir representatividad a las entidades de derecho público.
En el centro de la polémica se encuentra el método de lectura única elegido por ERC y JxCat para sacar adelante la normativa antes de que termine el año. "Las patronales faltan a la verdad al pretender que no se puede aprobar la ley de forma urgente", acusan las cámaras. Las trece instituciones repartidas por toda la comunidad han pedido a los partidos políticos que no cedan a las "presiones e influencias sin fundamento" de los agentes sociales.
Canadell defiende la urgencia
"Necesitamos que esta ley supere el trámite parlamentario ahora. Por eso pedimos que el 2 de diciembre se vote la lectura única y que el 15 o 16 se apruebe el contenido de la ley", ha declarado Joan Canadell, presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona. El portavoz ha achacado al cambio de carteras entre Àngels Chacón y Ramon Tremosa el retraso de la regulación, y considera que sería un error pedir un dictamen consultivo al Consejo de Garantías Estatutarias para aplazar aún más su aprobación. Además, ha lanzado una pulla sobre la disputada cuestión de la representatividad: "Hay patronales que hace 25 años que no hacen elecciones y designan los miembros a dedo".
A preguntas de Crónica Global, el empresario ha justificado el carácter abreviado del procedimiento para dar respuesta a la falta acuciante de recursos de las cámaras: "Necesitamos cerrar este capítulo para contar con un marco que nos dé seguridad y financiación. Hay que recordar que nosotros no tenemos presupuesto que no sea finalista. Tenemos que dar servicios o captar programas europeos para tener recursos", ha respondido.
Rechazo de patronales y sindicatos
Pero estos argumentos no convencen a las principales patronales y sindicatos catalanes. Foment, Pimec, CCOO y UGT advirtieron a principios de noviembre de que están dispuestos a cortocircuitar el proceso por invasión de competencias. Asimismo, denuncian que la vía de urgencia les impide comparecer en el Parlament para opinar sobre el contenido de la ley.
Los agentes sociales argumentan que tanto el Estatut como la Constitución niegan de plano el carácter representativo de las cámaras. En concreto, la Carta Magna confiere a patronales y sindicatos este rol en su artículo 7, mientras que la norma catalana otorga un papel diferente a unas y otras entidades en su artículo 45.
¿Una operación política?
La Generalitat impulsó este proyecto tras el ascenso de Joan Canadell a la presidencia de la Cambra de Comerç de Barcelona. La llegada del empresario independentista, auspiciada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), abrió las puertas al secesionismo para transformar las cámaras en sus propias instituciones de representación económica.
Canadell ha desvinculado esta reforma de cualquier operación política y ha criticado las intenciones de las patronales al posicionarse en contra de la iniciativa del Gobierno autonómico. "Es difícil de interpretar el papel de las patronales porque forman parte de todas las cámaras. No tiene sentido que actúen así", ha rematado.