Una parte de la plantilla de Acciona Facility Services, subcontrata de Nissan en la Zona Franca, ha presentado una demanda contra la automovilística ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por cesión ilegal de trabajadores en la fábrica barcelonesa. Hasta ahora, las acciones interpuestas en el conflicto laboral se habían dirigido contra la filial de la familia Entrecanales, dejando al margen la actuación de la marca nipona.
Pero con esta acción judicial liderada por el Col·lectiu Ronda, un colectivo de 325 trabajadores quiere que el fabricante se implique en la resolución del expediente de regulación de empleo (ERE) en la empresa auxiliar. Su abogado, Josep Pérez, defiende en declaraciones a Crónica Global que el procedimiento está viciado desde un comienzo "porque en ningún momento se sentó Nissan a la mesa de negociación cuando era la responsable de los trabajadores".
Piden que Nissan absorba la plantilla
La demanda sostiene que Nissan es el "verdadero" empleador de los 500 trabajadores de la subcontrata. Por lo tanto, si la multinacional desea continuar el servicio logístico prestado por Acciona debe absorber a todos los despedidos, en vez de sustituirlos por empleados internos. La compañía estaría aprovechando esta coyuntura, según los demandantes, para reorganizar su personal ante la caída de la actividad productiva comprometida hasta diciembre de 2021.
"No se trata una subcontrata, sino que Nissan es continuadora del servicio y debe subrogar a la plantilla", expone Pérez. El letrado pide la nulidad de los despidos y el reconocimiento de la responsabilidad solidaria de Nissan en el conflicto. La demanda fue presentada a finales de septiembre y el abogado espera que el tribunal se pronuncie en el plazo de unos meses.
División entre los trabajadores
Pero esta maniobra no ha sido avalada por todos los trabajadores de Acciona. Mientras que el comité de empresa --con representación mayoritaria de CCOO, CGT y UGT-- se decantaba por enfrentarse solo con Acciona, los trabajadores encabezados por el Col·lectiu Ronda presionaron para involucrar a Nissan. El divorcio entre ambas facciones se consumó el pasado 2 de octubre, un día antes de las extinciones de contrato.
Por su parte, Nissan ha seguido adelante con sus planes de reactivación asumiendo la cobertura de los puestos vacantes con personal propio. De esta forma, el fabricante quiere reemprender la producción en unas instalaciones que llevan paralizadas desde septiembre por la ausencia de los trabajadores de la subcontrata.