Port Aventura ha encajado un golpe a sus ingresos en plena campaña de otoño-invierno. El parque temático situado en Tarragona ha tenido que cerrar sus puertas por las nuevas restricciones derivadas del coronavirus. La clausura temporal ha conllevado el segundo ERTE del año en la instalación.
Han informado de ello los sindicatos, que han explicado que la gerencia del parque de atracciones ha tenido que enviar a la mayoría de sus empleados en activo a un expediente temporal de regulación de empleo (ERTE). Es el segundo en un año, habida cuenta de que Port Aventura ya tuvo que cerrar en marzo en la primera ola de la pandemia y, por consiguiente, enviar al paro temporal a su plantilla.
Golpe a los ingresos
El parón de actividad de Port Aventura llega en un momento especialmente delicado para la instalación. El parque aprovecha el mes de octubre para organizar actividades con motivo de Halloween, alargando así la temporada estival hasta bien entrado el invierno.
La campaña otoñal del negocio de KKR se irá, en parte, al traste. El parque permanecerá cerrado hasta el 31 de octubre, como mínimo. La inactividad deriva de la resolución del Procicat que busca atajar el contagio comunitario con coronavirus en Cataluña y que estará en vigor hasta el 30 de octubre, aunque el Govern no descarta prolongar su vigencia.
Primer ERTE polémico
Las decisiones de la Generalitat dependerán de la situación epidemiológica en Cataluña. Lo factual es que el nuevo ERTE llega después de otro expediente de despidos que fue polémico, porque Port Aventura prometió complementar los ingresos de sus empleados, primero, y se desdijo, después.
Los sindicatos alertaron de que la marcha atrás con el complemento salarial de Port Aventura "no estaba justificada" por cuanto la situación financiera de la instalación es buena. Antes, no obstante, el parque ya había racaneado a su plantilla con los regalos de Navidad de 2019.