La industria fotovoltaica se ayuda de la red 5G para continuar su expansión y continuar siendo la energía más popular del mundo. De hecho, dicho sector podría ser el que más empleo genere en plena pandemia de coronavirus.
Según datos extraídos por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec), se deberán instalar unos 30GW de fotovoltaica hasta 2030, multiplicando por tres su capacidad actual. Dicho tendido supondrá una inversión cercana a los 20.000 millones de euros.
Nuevas medidas
Para continuar el crecimiento sostenible de la industria, la Unión Española Fotovoltaica propone la implementación de un programa de I+D en tecnologías limpias, que permita mantener su ventaja competitiva y superar la brecha tecnológica existente.
Entre los nuevos cambios que pide la asociación destaca la digitalización de las cosas de la mano del Internet de las Cosas y la implantación de los pagos a través del blockchain. Para ello, es indispensable el uso del 5G y disponer de un sistema de redes óptimos.
Impulso económico
Además, el impacto generado en la economía será importante ya que, según el estudio de la asociación, en 2018 y 2019 el sector ha tenido un impacto de 5.000 millones de euros en el PIB cada año.
“La energía fotovoltaica tiene el potencial de contribuir a la reindustrialización de la economía española y a la reactivación tras la crisis del Covid-19 y España tiene una oportunidad de constituirse como un hub industrial fotovoltaico. Para ello, debemos asegurarnos que la digitalización industrial del sector”, asevera José Donoso, director General de UNEF.