Grupo Balfegó busca recuperar reputación. La compañía productora y distribuidora de atún rojo ha vendido a los medios hoy martes, 22 de septiembre, la certificación por parte de Aenor de que sus procesos cumplen con las medidas sanitarias contra el Covid-19. La acción comunicativa llega en pleno enfado de al menos cuatro cofradías de pescadores por la incapacidad de la firma de pagar las indemnizaciones por el desastre de sus granjas de engorde en enero de este año.
En una nota, Balfegó ha señalado que "se ha convertido en la primera compañía del sector pesquero del Estado que consigue el certificado Aenor ante el Covid-19". ¿Qué significa ello? "Supone un apoyo a las inversiones realizadas por la compañía para adaptarse a las circunstancias actuales definidas por la crisis sanitaria, avala la efectividad de las medidas, sistemas y protocolos adoptados y garantiza que cumple con las directrices fijadas por las administraciones en materia de prevención", ha agregado la enseña que dirigen Pere Vicent Balfegó y Juan Serrano.
Pescadores: "La situación es preocupante"
El esfuerzo en relaciones públicas de Balfegó llega cuando desde el sector pesquero se ve “preocupantes” las relaciones del gigante atunero con las cofradías. Quien lo verbaliza es Miquel Brull, patrón mayor de la flota de L’Ametlla de Mar (Tarragona), que ha alertado de que la empresa “ha sido incapaz de pagar las ayudas a las flotas desde que el temporal Gloria liberara centenares de atunes rojos en enero”.
Balfegó y su asegurador, Mapfre, se reunieron con el sector a principios de septiembre. En el cónclave se abordaron, de nuevo, las indemnizaciones al sector, amén de otros aspectos como la limpieza de las flotas de arrastre y el impacto sobre la salud psicosocial de los pescadores. Pese a que había un compromiso de pagar antes de fin de mes, Balfegó no ha pagado a día de hoy, 22 de septiembre.
Atunes perdidos
Hay más. Grupo Balfegó afronta un nuevo invierno –y nuevas galernas—después de que el año pasado el temporal Gloria dañara sus granjas de engorde frente a L’Ametlla de Mar. Ello provocó la liberación y muerte de centenares de atunes rojos, cifra que algunas fuentes situaron en el millar de ejemplares. La compañía sostuvo primero que sus granjas de engorde estaban intactas, aunque cuando la borraca amainó admitió "daños importantes".
Lo factual es que la atunera española completó la campaña del atún rojo en pocos días a principios de verano. “Si les salió tan bien y capturaron su cuota en pocos días, ¿por qué son incapaces de resarcir a las cuatro cofradías?”, se pregunta Brull. Esperan los pagos las agrupaciones de L’Ametlla, Cases d’Alcanar, L’Ampolla, Sant Carles de la Ràpita e incluso Cambrils. “Toda la provincia está afectada”, ha apostillado la misma fuente.