La pandemia ha demostrado a empresas y empleados las posibilidades que ofrece el teletrabajo. El Banco de España calcula que el 30% de los trabajadores podría teletrabajar en los próximos años, un dato que ha hecho replantear muchos negocios. Si hasta ahora había muchas empresas dedicadas a construir oficinas, ahora se trata de llevar éstas a la propia casa.
Este es el caso de Contel, una empresa dedicada al diseño de interiores de oficinas y lugares de trabajo. Sus responsables son conscientes de este cambio de tendencia, por eso este 15 de septiembre abrieron una línea de negocio pensada para estos tiempos: la de Home Office.
Cambio de mentalidad
El nuevo departamento, “adaptado a tiempos del Covid-19”, ofrece infraestructuras de trabajo en los hogares de los trabajadores adaptadas a sus necesidades. El objetivo es que sean las empresas las que proporcionen a sus trabajadores el mobiliario necesario para trabajar desde casa asegurándoles salud y bienestar.
Hasta ahora, los empleados que trabajaban desde casa o bien se compraban ellos mismos el mobiliario para pasar largas jornadas laborales, o bien lo hacían con el que ya disponían en sus casas sin estar adaptados a sus necesidades y comodidades. El objetivo de futuro es que sean los responsables de las compañías quienes corran con esta inversión y a los empleados les salga a coste cero.
Planes de compensación
Patricia Pallarès, responsable de esta división de la empresa cuenta que para ello se debe acudir a los planes de compensación flexibles. Es decir, que la compañía se haga cargo de la inversión en casa de su empleado y se lo descuente, en las mensualidades que acuerden ambos, de su sueldo. Una práctica legal en España y que “muy poca gente conoce”.
Para hacer más atractiva su propuesta, Contel ofrece packs cerrados de mesas y sillas a partir de 499 euros. Se trata de los paquetes basic, médium y premium. Y en el precio va incluido el desplazamiento y el montaje. “El IVA no va incluido, porque los planes de compensación no están sujetos a dicho impuesto”, dice Patricia.
Inversión a dos bandas
La empresaria reconoce que “puede costar que las empresas inviertan” pero con la pandemia “todo el mundo ha visto que se ha producido un cambio y que puede funcionar”. “Se trata de reeducar al empresario”, sentencia.
Para los que aún tengan dudas, Pallarès recuerda que tener una oficina en casa, una silla y una mesa adecuada, es “invertir en salud”. Y además propone hacerlo en cualquier parte del domicilio y en función de cada presupuesto y espacio desde el salón al dormitorio, en pisos de 20 metros cuadrados o grandes casas.
Mercado incierto
La idea parece haber calado ya. Señala que las empresas ya han entendido que deben pagar a sus empleados la conexión a internet y la factura del teléfono cuando trabajan desde casa. Ahora también se trata de que inviertan en su salud. “Nos pasamos gran parte del día, ocho horas, trabajando, sentados en una silla”, subraya Yvalora. Por ahora, los estudios apuntan que los millenials no están muy convencidos acerca del teletrabajo y que en Cataluña las empresas no están preparadas aún para ello.
“Igual que existe el tíquet restaurante, se debería fomentar el tíquet Home Office”, ánima. Y están dispuestos a hablar con el Gobierno para que ayude a impulsar estos packs que pueden beneficiar a empresas y trabajadores. La idea ya está lanzada, las cifras de negocio están por llegar, aunque Pallarès se muestra "optimista. "No sé cuánto llegaremos a vender pero lo hemos lanzado al mercado en un buen momento", concluye.