Las discotecas catalanas se tiñen de rojo. Los clubes nocturnos han adoptado este color para exigir "soluciones" a su situación, ya que siguen cerradas desde verano y, pese a ello, los rebrotes del virus continúan al alza. Los establecimientos piden planes de choque de rescate del sector y rechazan de plano la campaña "Pin, pan...fuera" lanzada por el Ministerio de Sanidad para concienciar a los jóvenes sobre el riesgo del patógeno.
Así lo ha explicado Fernando Martínez, director general de Fecalon, quien ha informado de que la organización empresarial se suma a la iniciativa #AlertaRoja, que ha iniciado el grupo barcelonés LegendFest Group, con sede en Barcelona. La compañía ha acuñado el lema "hacemos eventos" en respuesta a un cierre gubernativo "por causas ajenas a nosotros". Dicha clausura se ha producido "sin ningún tipo de asistencia ni ayuda".
No a la campaña 'Pin, pan...fuera'
Hay más. Desde la organización empresarial rechazan de plano la campaña Pin, pan...fuera, que ha lanzado el Ministerio de Sanidad. La acción comunicativa tiene como objetivo fomentar la reflexión entre los jóvenes sobre los peligros del coronavirus, habida cuenta de que los contagios siguen creciendo pese a las restricciones que han adoptado algunas comunidades autónomas.
Fecalon lamenta que la campaña --que se disemina con la etiqueta #EstoNoesunJuego-- "criminalice a un sector" que lleva inoperativo desde verano, cuando el Gobierno emitió una resolución general de cierre que traspusieron las comunidades autónomas. "Si llevamos meses cerrados y los contagios siguen creciendo, es de lógica que las discotecas, clubes nocturnos y salas de conciertos no son factor de contagio", ha aseverado Martínez.
La Audiencia estudia la petición de cautelares
De hecho, el cierre de discotecas en España es una de las batallas económicas que se está librando junto al combate contra la pandemia. Los propietarios de locales de ocio nocturno han argumentado durante los últimos meses que sus locales disponen de medidas de seguridad y "son reglados", a diferencia de los botellones y parquineos, alternativas de ocio que carecen de todo control. Han llevado su petición de reapertura a la Audiencia Nacional, que estudia su caso.
Fecalon ha capitaneado así dos luchas para lograr la reapertura controlada de sus asociados, primero, y para arañar un plan de rescate económico del sector, después. No en vano, la patronal calcula que el 30% de las discotecas ya han tenido que cerrar, cifra que podría encaramarse hasta más del 60% en dos meses, con el consiguiente impacto sobre el empleo.