Celsa ha pedido ayuda, como otras empresas consideradas estratégicas. El grupo siderúrgico, con sede en Barcelona, estudia solicitar al fondo de rescate que ha habilitado el Gobierno, a través del SEPI, un total de 200 millones de euros para superar la crisis provocada por el Covid. La petición formal todavía no se ha producido, pero la compañía valora todas las posibilidades que le ofrece ese fondo.
El grupo, que forma parte de las multinacionales europeas dedicadas al acero, se suma a otras dos compañías, Air Europa y Duro Felguera, que también han pedido ayuda al SEPI, el hólding público que se encarga de la gestión del fondo de rescate.
Refinanciaciones constantes
Las tres empresas podrían pedir un total de 700 millones de euros (400 millones por parte de la aerolínea del grupo Globalia; 100 millones la ingeniería asturiana, y 200 millones el grupo Celsa). Sin embargo, hay más peticiones en trámite por un montante de 300 millones, con lo que se alcanzaría los 1.000 millones, el 10% de la cuantía de todo el fondo.
En el caso de Celsa se trata de una de las grandes compañías familiares catalanas, que preside Francesc Rubiralta, y que pasaba por un periodo de refinanciaciones constantes tras una política expansiva. Celsa da empleo a casi 10.000 personas de forma directa, y a 33.233 si se cuentan los indirectos, con 4.253 millones de euros anuales de facturación. Produce, con datos de 2018, hasta siete millones de toneladas al año y recicla otras ocho toneladas. Las inversiones que ha realizado en los últimos 15 años ascienden a 2.682 millones de euros.