Sedes de Caixabank y Bankia / EP

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Business

Las claves a resolver antes de los consejos decisivos de Caixabank y Bankia

La ecuación de canje, la ampliación de capital (o no) de la entidad que ejecutará la absorción y los ajustes laborales aún están pendientes de cierre

12 septiembre, 2020 00:00

La fusión que Caixabank y Bankia negocian desde hace semanas va por buen camino pero aún quedan asuntos por resolver antes de que los consejos de administración de ambas entidades procedan a dar las correspondientes aprobaciones. La intención de los bancos sigue siendo cerrar la operación antes de fin de año, por lo que las reuniones de los órganos ejecutivos se esperan para los próximos días.

No será, sin embargo, tan pronto como apuntaban algunos rumores, que situaban los encuentros este mismo domingo. La cita en la cumbre deberá esperar algunas jornadas más. De hecho, a día de hoy no están convocados ninguno de los dos consejos, aunque puede darse por descartado que la cita vaya a ser durante el fin de semana. E incluso, también a inicios de la próxima.

Una operación muy compleja

Fuentes conocedoras de la situación señalan que el proceso discurre a un ritmo considerablemente rápido dada la complejidad de una operación en la que, además de los bancos, también está implicado el Estado, como accionista mayoritario de Bankia a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y, por consiguiente, el Gobierno que, además, debe dar su visto bueno.

Entre los puntos que está costando más trabajo sacar adelante se encuentra el de la ecuación de canje que finalmente se determinará para proceder a la fusión y posterior absorción de Bankia por parte de Caixabank.

Ajuste en el mercado

Desde que la operación fue adelantada a finales de la pasada semana por El Confidencial y confirmada minutos después por ambas entidades, el mercado ha manejado una ecuación que daría como resultado que la Fundación Bancaria La Caixa, primer accionista de Caixabank con un 40% tendría un 30% del banco resultante de la fusión mientras que el Estado, que posee algo más de un 61% de Bankia, se quedaría con un porcentaje de entre el 14% y el 15% de la nueva entidad.

Las acciones de Bankia se dispararon más de un 33% durante la primera sesión posterior a la confirmación oficial de las negociaciones, lo que para algunos ha significado un ajuste prácticamente inmediato al canje que se aplicará en la operación. Pero el comportamiento errático de ambos títulos en los días posteriores ha terminado por despistar a los inversores sobre la ecuación definitiva, que se está revelando como una de las patatas calientes de las negociaciones.

La cuestión laboral

Otro de los asuntos que está dilatando las conversaciones es el relacionado con la reorganización en las plantillas. Como es de esperar, tal y como subrayan fuentes financieras, la nueva entidad aplicará un ERE para evitar duplicidades y reducir costes. Según calculan los analistas del banco británico Barclays, la nueva entidad cerrará el 23% de su red, que actualmente cuenta con unas 6.100 oficinas en España (3.800 de Caixabank y 2.270 de Bankia). Su valoración implica el cierre de unas 1.411 sucursales, lo que inevitablemente tendrá un impacto en la plantilla.

Tal y como avanzó Crónica Global, la futura entidad tendrá que poner encima de la mesa el problema salarial de los empleados más veteranos de Bankia (alrededor del 30%) pues cuentan con una elevada antigüedad y sus contratos se firmaron bajo los preceptos recogidos en el antiguo convenio de las cajas de ahorros, que contemplaba salarios más altos que los de la actualidad y horarios más ventajosos. En este sentido, ambas compañías deberán decidir qué hacer con estos empleados.

8.000 empleados mayores de 50 años

La veteranía de la plantilla en Bankia, que sumada a los 3.900 trabajadores de Caixabank mayores de 50 años (según datos extraídos de su información no financiera a cierre de 2019) da una cifra total de 8.000 empleados, preocupa a las directivas de las dos entidades.

En este sentido, fuentes del sector argumentan que los dos consejos de administración manejan la cifra anteriormente citada como punto de llegada a las prejubilaciones del banco que saldrá de la fusión de Caixabank y Bankia.

¿Habrá ampliación de capital?

A la hora de proceder a ejecutar la operación, Caixabank deberá determinar la cuantía final de la ampliación de capital, sobre la que los distintos analistas no se ponen de acuerdo. Un consenso que tampoco parece haber llegado a la entidad y sus asesores, que aún deben terminar de abordar una cuestión que no está ni mucho menos cerrada.

Hasta tal punto está abierta que incluso cobra cada vez más cuerpo la posibilidad de que Caixabank ejecute la operación sin recurrir a ampliar su capital.

Fechas en el aire

Todos estos puntos (y algunos otros como el futuro de los negocios relacionados con los seguros que ambas entidades tienen en alianza con compañías distintas del sector) deberían resolverse en los próximos días. Dada la celeridad con que las entidades desean llevar a cabo la maniobra, los consejos de administración podrían ser convocados con apenas unas horas de margen. El objetivo es que el terreno esté lo suficientemente allanado como para que las reuniones sean prácticamente un trámite que pueda resolverse cuanto antes.

En teoría, la resolución debería llegar a lo largo de la próxima semana, sin fecha fija. Cualquier cálculo en este sentido puede saltar fácilmente por los aires dadas las múltiples variables que se manejan y las incógnitas que quedan por despejar.