El distrito tecnológico de Barcelona, el 22@, no ha dejado de generar interés entre los inversores a pesar de los estragos de la pandemia. Aunque durante los meses más cruentos se produjo una paralización de las operaciones, la actividad comienza a dejar atrás la ralentización, y los grandes fondos están ojo avizor para tratar de conseguir alguna oferta apetitosa en el mercado de oficinas.
Una de las tendencias que nacerán tras el coronavirus a corto plazo es el mayor interés por espacios de oficinas más pequeños. Esto se debe a que muchas empresas prevén que el teletrabajo quedará implantado en sus rutinas o, al menos, se mantendrá largo tiempo, por lo que migrar a lugares más pequeños permitirá recortar la partida de rentas en un momento económico complicado. De hecho, la consultora inmobiliaria Forcadell apunta a reducciones de entre el 30% y el 50% de la superficie actual. Otras fuentes conocedoras del sector apuntan a que ya se están cerrando operaciones en ese sentido: tanto compañías ya afincadas en el 22@ como en otros puntos de Barcelona que se están mudando a sitios más reducidos en el distrito.
Escaso ajuste de precios
Pese a la incertidumbre que rodea al inmobiliario de oficinas, los ajustes en los precios están siendo mínimos, de entre el 5 y el 10%, en el distrito tecnológico debido al reducido stock. La tasa de disponibilidad actual está por debajo del 6%. “Apenas hay disponibilidad de edificios grandes y mucha de la nueva obra no estará disponible hasta dentro de tres o cuatro años”, explica la vicepresidenta de la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (Aepsi), Montse Moreno. “El Covid-19 es coyuntural, mientras que el 22@ destaca por su buena ubicación y una inversión así puede ser usada como un valor refugio que se reactivará con la vuelta a la normalidad”.
De hecho, hasta la entrada en vigor del estado de alarma, las inversiones en el 22@ estaban por encima de 2019, año récord. No obstante, desde el sector aseguran que los fondos siguen atentos a la evolución del mercado para acometer nuevas operaciones. La última tuvo lugar esta semana, con la adquisición del edificio Diagrame por la firma inmobiliaria Patrizia AG. La compra, cerrada en 72 millones, dará al fondo 15.000 metros cuadrados que estarán disponibles a finales de 2021.
Los fondos buscan oportunidades
“Los fondos se han asomado con dinero y están buscando oportunidades, aunque se están tomando tiempo para ver cómo evoluciona la economía”, apunta el presidente de la Federación Internacional de Profesiones Inmobiliarias (Fiabci), Ramón Riera. Con todo, otras fuentes conocedoras del mercado subrayan que en la actualidad son grandes fondos con experiencia previa en el 22@ y patrimoniales catalanas las que se están moviendo con mayor brío.
Desde Forcadell también señalan que los fondos se encuentran “activos y con ganas” de acometer operaciones tanto en el mercado de oficinas tradicional como en el coworking, que ha sufrido con mayor fuerza el golpe de la pandemia. Sin embargo, no esperan grandes ajustes en los precios, como sí se espera en el retail.
El residencial en Poblenou, en 'stand by'
Mientras que los movimientos no cesan en el mercado de oficinas, el residencial de alto standing del Poblenou se ha paralizado. “En estos momentos está en stand by porque la oferta es menor y está ligada a que se consumen proyectos que aún están en fase de derribo y no se materializarán hasta dentro de dos o tres años”, señala Moreno.
Por su parte, Riera asegura que la iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona de destinar el 30% de las nuevas construcciones a vivienda protegida supone un freno en un momento de dudas sobre la rentabilidad a corto plazo: “El mercado se va a centrar en oficinas y logística”.