El comercio mundial ha reaccionado. A pesar de las disputas entre China y Estados Unidos y de los acuerdos precarios con la Unión Europea, la recuperación es vigorosa. ¿Pero afecta a todos los países? ¿Es algo no determinante todavía? El economista y analista financiero Juan Ignacio Crespo, que mantiene una visión optimista desde el inicio de la pandemia del Covid, analiza los números y lo tiene claro: “Existe una recuperación vigorosa, que es mayor de lo esperado, y más importante que la registrada tras la crisis de 2008”.
¿En qué consiste? El comercio mundial creció en junio el 7,6% de lo que creció en mayo. La caída, en todo caso, sigue siendo importante: en el segundo trimestre de este año supuso un descenso del 12,5%, que se debe añadir a la bajada del 2,7% registrada entre enero y marzo. Pero la recuperación se ha producido. “Es una V en toda regla”, proclama.
España y el turismo
Ese cierto optimismo, sin embargo, no se produce en España porque, a juicio de Crespo y de otros analistas consultados, el peso del turismo es mayor que en otros países y su comportamiento este verano ha sido nefasto, con una “incapacidad por parte del Gobierno” para reaccionar frente a las decisiones de países como el Reino Unido o de Alemania, que alentaron a sus ciudadanos nacionales a no viajar a España.
En cualquier caso, el comercio mundial puede tirar de toda la economía globalizada, aunque en los últimos años es un factor que tiene un menor peso respecto al conjunto del PIB. Con una economía que ha iniciado un proceso de desglobalización, no incrementará de forma tan importante el crecimiento. Pero los datos son elocuentes. La tasa anual, en comparación con el año anterior, estaba en junio en el -10,06%, tras haber pasado por el -17,85%. Se trata de “una recuperación muy rápida”, a juicio de Crespo, si se compara con lo que ocurrió tras la crisis financiera y económica de 2008-2009. Entonces, “costó ocho meses recuperar lo que ahora se ha conseguido en un mes”.
El clima empresarial y la confianza
Eso es indicativo de que el mundo ha comenzado a convivir con la pandemia del Covid y de que las relaciones comerciales se han intensificado. Pero en la economía, al margen de las cuestiones tangibles, también es básico el clima empresarial y la confianza. Y aquí España va por detrás, porque no se consigue trasladar una imagen de recuperación, a pesar de las reflexiones en esa línea de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.
Los datos del comercio mundial, que analiza el World Trade Monitor, constatan que la recuperación se ha producido en la mayoría de Estados, excepto en Japón, con un descenso en sus importaciones. Pese a todo, la producción global es todavía un 8% menor que a finales del pasado año. No es, en todo caso, la debacle que se había previsto.
Sentimiento económico
Cuando se analiza el índice de confianza, las cosas son diferentes respecto a España. En la zona euro y en la Unión Europea, la situación ha mejorado en el mes de agosto, y en las dos zonas económicas se recupera hasta en un 60% lo perdido durante las reclusiones sociales entre marzo y abril. Lo apunta el indicador de sentimiento económico (ESI) que elabora la Unión Europea. En el caso de España, esa confianza empeora y se sitúa en 88,1 puntos, cuando en julio era de 90,6. Con ello se rompen tres meses de subidas, tras el suelo de los 73,3 puntos que marcó el mes de abril. Se debe, en gran medida, a la catastrófica temporada del sector turístico, que representa el 13% del PIB español. Y esa es la característica que puede perjudicar a la economía española, porque el turismo y el sector servicios son fundamentales y serán los más lastrados por la pandemia del Covid-19. Según el analista financiero Juan Ignacio Crespo el Gobierno debía haber hecho más, aunque puede todavía reaccionar pensando ya en el próximo ejercicio con la experiencia acumulada hasta ahora.
El pesimismo en cuanto a la evolución económica de España se ha manifestado en todos los sectores, con la excepción de la industria, que podría ser la gran beneficiada en los presupuestos de 2021, como ha apuntado el secretario de Estado de Industria, Raül Blanco.
Aumentan los pedidos industriales
El Indicador del Clima Industrial (ICI) en España ha mejorado 1,8 puntos en agosto, respecto a julio, y se sitúa en -9,8 puntos, con una evolución que puede ser prometedora, y que demuestra “un progresivo avance en los dos últimos meses, con un repunte en la evolución de la cartera de pedidos”, según Blanco.
Pero esos datos, que son reales, contrastan con la necesaria confianza de la ciudadanía para remontar el vuelo con fuerza. Si, por una parte, el comercio minorista no se ha hundido, en cambio las familias han aumentado sus ahorros de una forma notable en los últimos meses.
Depósitos de los hogares
El comercio minorista ha registrado en julio un descenso de las ventas del 3,7% respecto al mismo mes de 2019. Pero ha repuntado en un 1,1% respecto a julio. Se trata del tercer mes de aumento en la facturación, aunque es el más moderado, en contraste con mayo y junio, con aumentos del 19,4% y del 17,7%, respectivamente. Ahora bien, los descensos en marzo y abril fueron del -15,1% y del 20,1%, con la declaración del estado de alarma.
Las familias han decidido tomarse las cosas con mucha prudencia. Y los ahorros han aumentado, como indica el Banco de España. Los depósitos de los hogares se han situado al cierre del mes de julio en 892.811 millones de euros, lo que señala un aumento de más de 700 millones frente a lo registrado en junio.
Consumo interno
Y eso es lo que puede complicar la recuperación económica porque, como incide Crespo, “el consumo interno es uno de los grandes motores de la economía española”.
Pero el mundo ya ha iniciado la recuperación, con esa V que destaca el World Trade Monitor.