Los parques acuáticos han vivido su peor verano como consecuencia de la pandemia del Covid-19. La caída de los visitantes y el veto del turismo extranjero se han llevado por delante los buenos números de ejercicios pasados, obligando a las empresas a adelantar el cierre de los recintos.
En Cataluña, todos los operadores consultados han acortado la temporada, que ya empezó con retraso por la crisis sanitaria. Water World y Aquadiver, propiedad de Parcs Aquàtics de la Costa Brava, tiene previsto cerrar sus instalaciones el próximo 13 de septiembre, tras solo dos meses y medio de apertura. Tampoco los grandes del sector se han salvado: tanto Marineland (AsproParks) como Aquopolis (Parques Reunidos) finalizarán su actividad el último día de agosto, un mes antes de su cierre habitual.
Derrumbe de las visitas
El director general de Water World (Lloret de Mar) y Aquadiver (Platja d'Aro), Julià López-Arenas, reconoce que la temporada ha sido terrible: "Hemos tenido una caída promedio de la ocupación del 70% Entraremos en pérdidas este año". Aunque la dirección esperaba datos negativos, decidió reabrir de todos modos para obtener el máximo de rentabilidad: "Pensamos que era mejor que tenerlos cerrados, ya que cerrados tendríamos pérdidos y abriéndolos asumimos que estas serían menores".
Alfons López, máximo responsable del complejo en Palafolls, cuenta que se han dejado la mitad de los usuarios respecto a veranos anteriores. Pero subraya que empezaron a cobrar entradas a partir del 17 de julio, cuando suelen hacerlo en mayo. "El veto del turismo internacional ha afectado a la zona en la que estamos ubicados y por tanto el peso de los visitantes extranjeros ha sido muy bajo", informa López.
Sin planes de contingencia
Precisamente, el emplazamiento de Marineland fue lo que llevó a AsproParks a sacrificar Aqualeon, su otro activo en la comunidad catalana. El centro de Albinyana (Tarragona) no ha abierto sus puertas para focalizar "el esfuerzo de captación en Marineland, que se encuentra en una zona turística con más plazas hoteleras y que además de cliente nacional recibe clientes del sur de Francia", señala López. Sin embargo, la compañía no da pistas sobre cómo piensa encarar el próximo ejercicio. "Las decisiones estratégicas se tomarán cuando cerremos", apunta López.
Tampoco en Parques Reunidos han realizado aún planes de contingencia ante las pérdidas derivadas del coronavirus. "Tras acondicionar las instalaciones y adaptar las operativas, hemos acortado las temporadas y además hemos reducido el aforo un 50%", explica José María Claver, director de Aquopolis. En este contexto, el holding de entretenimiento no ha querido responder a las preguntas de Crónica Global sobre el futuro. Parques Reunidos cerró 2019 con un resultado contable estrepitoso: el grupo registró 354 millones en pérdidas debido al deterioro de sus activos, según informó Expansión.
Port Aventura abre a medio gas
El otro gran resort que tampoco retomó al máximo su actividad fue Port Aventura. El gran parque temático situado en Tarragona dejó inactiva su área aquática, Caribe World. La gerencia solo activó Port Aventura, la zona de atracciones, y Ferrari Land, su propuesta enfocada a la escudería de la F1.
La instalación, propiedad del fondo Investindustrial, ha encarado un verano anómalo arrancando el 8 de julio, fecha tardía en el calendario habitual de apertura del atractivo turístico ubicado entre Vila-seca y Salou. Además, se han anulado uno de los grandes alicientes para el público: los espectáculos en espacios cerrados que reproducen las costumbres de distintos rincones del mundo.