El equipo económico del Gobierno no contempla, al menos por ahora, cambios sustanciales en la reforma laboral cuya derogación llegó a pactar el Ejecutivo con EH Bildu en el Congreso. La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que se encargó entonces de echar abajo el citado acuerdo, asegura que en el actual escenario la creación de empleo es una de las prioridades y que las medidas que tome Moncloa a partir de ahora irán en esa dirección.
Calviño explica en una entrevista concedida a La Vanguardia, publicada este domingo, que el Gobierno debe hacer un planteamiento más actual a la hora de confeccionar las reformas estructurales que le exigirá la Comisión Europea para acceder al fondo de reconstrucción, que deben ir en línea con las recomendaciones del Ejecutivo comunitario.
A vueltas con los impuestos
“La prioridad para todos ha de ser apoyar la recuperación económica y la creación de empleo, y todas las medidas irán en ese sentido”, señala Calviño, preguntada por el futuro de la reforma laboral, considerada como uno de los elementos clave para la recuperación del mercado de trabajo en la anterior crisis financiera.
La vicepresidenta tercera del Gobierno también insiste en la necesidad de incrementar la recaudación fiscal “para garantizar a medio plazo la sosteniblidad de las cuentas públicas”, aunque termina de confirmar si habrá subida de impuestos. Calviño hace alusión a mecanismos como la lucha contra el fraude fiscal y el establecimiento de nuevas figuras impositivas, ya aprobadas, como las relacionadas con el medioambiente y las aplicadas a las multinacionales tecnológicas (la llamada ‘tasa Google’).
Desplome previsto
“Está claro también que, a medio plazo, cuando recuperemos un crecimiento robusto, deberemos retomar la senda de la consolidación fiscal en la que estábamos en los últimos años y atajar el déficit estructural que venimos arrastrando desde el pasado”, apunta Calviño, en referencia a un posible incremento de los tributos.
En la entrevista, la ministra de Asuntos Económicos considera que las últimas cifras macroeconómicas conocidas, como el desplome del 18,5% experimentado por el PIB en el segundo trimestre o la destrucción de más de un millón de empleos en ese mismo periodo relevada por la Encuesta de Población Activa (EPA) ya se contemplaban en sus estimaciones para el conjunto del año.
Rebrotes y la V asimétrica
Calviño va incluso un paso más allá al afirmar que los rebrotes que actualmente están afectando de nuevo a la actividad económica también formaban parte del modelo empleado. “La posibilidad de rebrotes en la segunda parte del año está integrada en nuestros escenarios: por eso hablamos de una V asimétrica”.
El cuadro macroeconómico remitido por el Gobierno a Bruselas a finales del pasado mes de abril contempla una caída del 9,2% del PIB al cierre de 2020; un descenso que se ha quedado corto en relación con las últimas previsiones tanto del Fondo Monetario Internacional (que contempla un retroceso del 12,8%) como de organismos locales, entre los que se encuentran la Airef o el Banco de España, entre otros. No obstante, Calviño relacionada el carácter progresivo de la recuperación con los rebrotes aunque también alude al peso en la economía de determinados sectores muy golpeados por la pandemia del coronavirus como el turismo y la hostelería.
El sorpaso de Madrid
Calviño también se refiere durante la entrevista al hecho de que la Comunidad de Madrid superara de nuevo a Cataluña como principal contribuyente al crecimiento de la economía española en 2019 y asegura que su deseo es que existan los máximos motores económicos posibles. Sobre Cataluña asegura que “es una de las regiones más dinámicas y con más perspectivas de futuro, que tiene un papel fundamental en la vertebración de nuestro país”.
La vicepresidenta del Gobierno no se pronuncia sobre la trascendencia que ha podido tener el proceso independentista en esta evolución, que asocia con “un conjunto de razones”, relacionadas con ambas comunidades autónomas.