Grifols obtuvo un beneficio de 218,2 millones de euros en el primer semestre de 2020, el 23,9% menos que en el mismo periodo del año anterior, debido al impacto negativo de la crisis del coronavirus en sus resultados, que la empresa estima en una cuantía de 185 millones de euros al cierre de junio.
No obstante, la multinacional de hemoderivados logró elevar su cifra de negocios un 10%, hasta 2,677,3 millones de euros, principalmente gracias a la evolución de su división de bioscience, cuyos ingresos se incrementaron el 12,4%, hasta 2.158,9 millones de euros.
Menor capacidad productiva
El pasado mes de junio, la compañía ya admitió que tendría que reconocer un impacto total de 205 millones de euros para el presente ejercicio para proceder a ajustar el valor del inventario, un movimiento que responde principalmente a una menor utilización de la capacidad productiva prevista.
En un comunicado para dar cuenta de los resultados, la compañía explica que el volumen de plasma obtenido en este periodo se ha visto afectado por las situaciones de reclusión y distancia social. Las estimaciones de Grifols apuntan a que la crisis del Covid-19 tendrá un impacto del 10% en la disponibilidad neta de plasma en comparación con el ejercicio anterior.
Contención de costes
Con motivo de la pandemia, la empresa implementó un plan de contención de gastos operativos, estimado en 100 millones; en este sentido, los menores gastos operativos relativos al segundo trimestre han sido de 20 millones.
Entre enero y junio, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ha alcanzado 579,9 millones de euros, con un margen del 21,7%.
Volcado contra la pandemia
La inversión en términos de I+D+i y capex (inversiones de capital) se ha situado en 312,4 millones de euros. En concreto, la inversión total neta en I+D+i ha sido de 168,8 millones de euros (en línea con la registrada en el primer semestre de 2019), especialmente volcada en la lucha contra la pandemia.
Grifols lidera el desarrollo de una inmunoglobulina con anticuerpos específicos contra el virus SARS-CoV-2 a partir del plasma de personas que han superado la enfermedad y ya ha iniciado la producción de esta potencial terapia de inmunización pasiva frente al Covid-19 en su planta de Clayton (EEUU), especialmente diseñada para la producción de inmunoglobulinas específicas.
Ensayo clínico en España
También sigue adelante con su ensayo clínico en España para evaluar la eficacia de la inmunoglobulina intravenosa a altas dosis en la estabilización o mejora de los pacientes afectados por el Covid-19 y con diversos estudios con plasma de personas que han superado la enfermedad.