El presidente Pedro Sánchez, en el Consejo Europeo en Bruselas, para negociar los fondos de la UE / EP

El presidente Pedro Sánchez, en el Consejo Europeo en Bruselas, para negociar los fondos de la UE / EP

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El “crecimiento exponencial” de España desde 1975, ¿se acaba ahora?

La dura negociación de los fondos de reconstrucción de la UE complica los planes de Sánchez y obligará al país a presentar reformas

20 julio, 2020 00:00

El salto de España desde 1975 ha sido exponencial y es necesario recordarlo cuando el Gobierno español negocia ahora los fondos de reconstrucción de la Unión Europea, que pueden suponer el final de un modelo que ha permitido ese crecimiento. Lo señalan la Cámara de Comercio de España y el Consejo General de Economistas de España, que han elaborado un informe ilustrativo: 45 años de evolución económica, social, empresarial e institucional de España. En el estudio se señala que el PIB per cápita se ha multiplicado por 2,3% en ese periodo, muy por encima de Italia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos o Alemania. Ese crecimiento ha llegado hasta los 26.432 euros en 2019 per cápita, con aumentos progresivos en esos últimos 45 años. ¿Lo podrá seguir haciendo a partir de ahora?

Los diferentes expertos consultados señalan que, al margen de esas ayudas europeas, que pueden llegar, pero serán menos cuantiosas de lo que ha previsto el Gobierno de Pedro Sánchez --por ahora, y sin cerrar las negociaciones, los países del norte plantean restar 50.000 millones al fondo inicial de 750.000 millones-- España deberá acometer una transformación de su modelo productivo.

Reformas en varios frentes

El economista y analista de inversiones Luis Torras señala que será necesario actuar en tres direcciones: “Reformas estructurales en favor del crecimiento, como la liberalización del mercado energético y laboral, mochila austriaca incluida y ensanchar la base de la economía productiva; reducción drástica del gasto público político (servicios redundantes autonómicos y de la Administración Central); y bajar impuestos, como eliminar el impuesto de Patrimonio y Sucesiones y simplificar el IRPF, y una clara reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social”.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la firma del pacto por la reconstrucción económica / EP

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la firma del pacto por la reconstrucción económica / EP

Son recetas liberales, pero que tienen un cierto consenso entre el grueso de economistas que piden reformas, aunque sea con un periodo tasado, de unos diez años. Y es lo que pide el corazón central europeo, los llamados países frugales: si debe haber ayuda, debe ser con un compromiso a medio y largo plazo para todos los socios de la UE. La exigencia de Holanda, Suecia o Austria no va solo dirigida a España. Se piensa, principalmente, en Francia, como ha apuntado el investigador del Real Instituto Elcano, Miguel Otero. Tanto España, como Francia o Italia acabarán 2020 con una deuda pública por encima del 120% sobre el PIB –Italia bastante más cerca del 150%. En cambio, todos esos países centrales no pasarán del 60%. Se trata de dos Europas con estrategias completamente diferentes.

¿Educación?

España ha crecido y la transformación ha sido enorme en esos 45 años. El informe de la Cámara de Comercio y del Consejo General de Economistas es elocuente.

Una de las recetas que se piden a España es que reoriente su sistema educativo. Pero hay que tener presente el punto de partida. El estudio señala que la tasa de abandono escolar era del 70% en 1977. Se llegó a reducir con un esfuerzo notable hasta el 30% y en 2019 se ha llegado al punto más bajo de la serie histórica, el 17,3%, que, en todo caso, sigue siendo de los más altos en Europa. Croacia, con sólo un 3,3%, es el país con mejores índices, y la Unión Europea se ha fijado el objetivo de llegar a una media del 10%, lejos, todavía, para España.

El analista financiero Luis Torras, en la entrevista con 'Crónica Global'

El analista financiero Luis Torras, en la entrevista con 'Crónica Global'

Pero, ¿qué está en juego? Precisamente lo que reclama la Cámara de Comercio de España y los economistas españoles: una mayor inversión en innovación y digitalización empresarial, y un aumento sostenido de la productividad, acompañado de un incremento del tamaño de las empresas para ganar, precisamente, esa competitividad, como sostiene el economista Oriol Amat.

Reforma de las pensiones

Tanto José Luis Bonet, como Valentí Pich, responsables de las dos instituciones, respectivamente, valoran lo que se ha hecho hasta ahora: “Esa evolución nos ha mostrado que, siendo cierto que siempre quedan cosas por hacer y mejorar, en España se han hecho muchas cosas y muy bien hechas, por diferentes generaciones de españoles que han sido los protagonistas reales de uno de los periodos más importantes de la historia contemporánea de España”.

Lo que viene ahora, sin embargo, será distinto. “No se va a poder dejar de lado la reforma del sistema de pensiones, porque la realidad demográfica es distinta, y se deberán incorporar mecanismos de capitalización, y todo ello exigirá grandes acuerdos entre las fuerzas políticas”, añade Luis Torras, convencido de que el modelo que ha llevado a España hasta aquí “no puede seguir así por más tiempo”.