El expresidente del Grupo La Seda Rafael Español ha muerto este miércoles a los 74 años. El directivo, en la órbita del expresidente catalán Jordi Pujol, contribuyó a reimpulsar la industrialización del Baix Llobregat en los años 80. Sin embargo, tuvo que abandonar la empresa tras ser demandado por apropiación indebida y sobre él pesaban tres condenas por desfalco.
Español entró en La Seda en 1993 y, tras pasar por la dirección general, ocupó la presidencia hasta junio de 2009, cuando dimitió por los malos resultados de la compañía. El directivo fue el encargado de la reconversión de la industria textil a la química y construyó un grupo de sociedades entre las que figuran Catalana de Polímers, la actual Iqoxe o Petrolest.
Condenado por la justicia
En su etapa al frente de La Seda acudió a juicio por primera vez en 2015, tras lo que aceptó un año y 11 meses por el desfalco de 12,2 millones entre 2000 y 2004. Más tarde aceptó otra pena de dos años y medio por apropiación indebida de fondos de la empresa.
La tercera condena llegó en 2018, dos años y cuatro meses de prisión, por desvío de dinero. Sin embargo, Español no entró a prisión para cumplir ninguna de las tres penas hasta que el Gobierno se pronunciara sobre su petición de indulto, a pesar de que contaba con el informe desfavorable de la Fiscalía de Delitos Económicos.
Español era Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona y con estudios de Ingeniería Química y de Ciencias Empresariales. Asimismo, a lo largo de su carrera profesional ocupó cargos como el de presidente de la Asociación Española de Productoras de Fibras Químicas (PROFIBRA) o consejero de Endesa. También dirigió la Fundació Catalana per a la Recerca i la Innovació y presidió la Fundació per a l’Esport Català.