Los precios siguen cayendo a consecuencia del estado de alarma y del parón de la actividad económica. Así, el IPC catalán se contrajo un 1% durante el mes de mayo y se suma a las caídas del mes de abril, donde se produjo un retroceso del 0,7% y se coloca una décima por encima de la media española.
En cuanto al precio por sectores y grupos, la vivienda se lleva la peor parte ya que el precio de los hogares se desploma un 4%, seguido del ocio y la cultura con un retroceso del 2,5%. Los alimentos, a pesar de que una amplia mayoría de la población se queja de los precios de los alimentos, han caído un 1,3% este 2020. En el otro lado se encuentra las bebidas alcohólicas y el tabaco, que han experimentado un aumento del 2,1% en lo que va de año.
En España en su conjunto
En cuanto a la radiografía del IPC en España la tasa anual del Índice de Precios de Consumo general en el mes de mayo es del -0,9%, dos décimas inferior a la registrada el mes anterior y la más baja desde mayo de 2016.
Los grupos que destacan por su influencia en la disminución de la tasa anual son: Transporte, con una variación del -8,0%, más de un punto por debajo de la del mes anterior, consecuencia de que los precios de los carburantes y lubricantes para el transporte personal y, en menor medida, de los automóviles descienden este mes, mientras que subieron en mayo de 2019. Alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya tasa disminuye cinco décimas y se sitúa en el 3,5%.
Estado de alarma
El organismos ha insistido que en mayo continuó el estado de alarma y, aunque muchos establecimientos empezaron a abrir sus puertas, lo han hecho con limitaciones de aforo. Por ello, la recogida de los precios se ha tenido que realizar íntegramente por métodos telemáticos. El precio del IPC varía porque hay productos de la cesta de la compra que sigue sin estar disponible para los hogares, por lo que el INE.
Debido a la situación de confinamiento de los hogares por el coronavirus, el organismo de estadística ha elaborado dos agregaciones especiales en las que se recoge el efecto en los precios de los bienes y servicios que la mayoría de los hogares han seguido consumiendo en la situación actual.