Makoto Uchida, presidente y consejero delegado de Nissan, ha declarado que el cierre de la planta sita en Barcelona "ha sido una decisión muy difícil" pero que debía ser tomada "para asegurar un futuro sólido para la compañía". El directivo de la marca de automoción japonesa ha asegurado que se han valorado "varias medidas" para mantener la actividad en Cataluña, aunque finalmente se ha optado por lo contrario.
"La propuesta del cierre de la planta de Barcelona es el resultado de un extenso estudio", ha detallado, "no es una decisión que estamos tomando a la ligera, sino que es para asegurar el futuro más sólido posible para la marca". La decisión ya ha sido comunicada al Gobierno y la compañía mantendrá la actividad hasta diciembre de 2020, según fuentes cercanas al Ejecutivo.
Nissan, en Barcelona desde 1983
Nissan comenzó su fabricación en la capital catalana en 1983 y en la actualidad da empleo directo a 3.000 personas, a los que deben sumarse unos 20.000 puestos de trabajo indirectos. El presidente de la multinacional a nivel europeo, Gianluca de Ficchy ha reconocido que el anuncio del cierre "será muy difícil para muchas personas" y ha asegurado el compromiso empresarial de "debatir el plan con total transparencia", así como atender a "las opiniones de los representantes de nuestra plantilla, los empleados y todos nuestros socios" en el país.
La compañía ha designado a Frank Torres para gestionar el desmantelamiento de la fábrica. El actual vicepresidente ejecutivo de Nissan para Rusia conoce de primera mano la filial española, de la que fue director general de Nissan Motor Ibérica entre 2011 y 2016. También será el responsable de enfrentarse a las reclamaciones laborales --que ya han comenzado sus movilizaciones--, así como también de todas las operaciones industriales de la empresa en España.
Pérdidas de 5.688 millones
El mismo día en el que Nissan ha anunciado el cierre de sus plantas de Cataluña ha dado a conocer los resultados económicos de su último año fiscal --que finaliza el 31 de marzo--. Acumula unas pérdidas netas atribuidas de unos 5.688 millones de euros, en comparación con las ganancias de sobre 2.704 millones del año previo. La facturación descendió hasta los 83.720 millones, el 14,6% menos respecto a las ventas del año fiscal anterior.
A pesar de las descendentes cifras, Nissan ha defendido que cuenta con una posición de liquidez "suficiente" para superar esta complicada situación por la que atraviesa la industria. Todo ello a través del plan de viabilidad estratégica a tres años vista que incluye el cierre de la actividad en Cataluña.