Foment del Treball manifiesta “su total rechazo” al programa de movilidad impuesto por Ada Colau desde el Ayuntamiento de Barcelona. La patronal catalana defiende que el plan que se empeña en implementar la alcaldesa es “un obstáculo” para el desarrollo económico de la ciudad y alerta de sus graves consecuencias: si sigue adelante tal como se propone, Barcelona acabará por fracasar.
La organización que preside Josep Sánchez Llibre acusa a la alcaldesa de querer imponer unas medidas sin tener en cuenta al sector económico y asegura que “si el ayuntamiento opta por la imposición, fracasará y también fracasará Barcelona”. Por ello claman por una “transformación” de la movilidad urbana “pactada y escalonada”.
El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre / TWITTER
Efectos en la economía
La propuesta del ayuntamiento, tal como asegura el manifiesto conjunto de Foment y Fepyme sobre movilidad en la capital catalana, “impondrá cargas adicionales a los trabajadores por cuenta ajena y autónomos” en un contexto adverso como es la crisis del coronavirus. Solo en Cataluña ya hay más de 719.000 empleados afectados por expedientes de regulación de empleo (ERTE), con el consecuente impacto que ello conlleva en los ingresos familiares.
La patronal de acuerdo con la imagen de una Barcelona con mayores oportunidades de transporte público, pero critica la “falta de realismo” del plan de movilidad de Colau. Unas medidas caracterizadas, según Foment, por su parcialidad en las propuestas e incluso por su perfil “sectario”. “El transporte público es una herramienta esencial”, argumentan, “pero del todo insuficiente” y las alternativas promocionadas desde el ayuntamiento no soportarán la demanda de los usuarios.
Veto al transporte privado
El pragmatismo y las “nuevas necesidades” impuestas por la pandemia --como es, por ejemplo, la protección del ciudadano ante riesgos de contagio-- hacen que “el vehículo privado y compartido continúen teniendo un papel básico” en la movilidad urbana de la capital catalana. Algo de lo que carece la propuesta de Colau, que centra sus esfuerzos en el transporte público, la bicicleta y los traslados a pie y que “dificulta el acceso al trabajo” al ampliar los tiempos de desplazamientos por la urbe.
Foment señala que muchas personas optarán por el uso de sus turismos y motos en este contexto de pandemia para evitar focos de contagio y ello ayudará, además, a “descongestionar el transporte público, que se enfrenta a un riesgo de saturación” por las restricciones de capacidad. Por ello piden al consistorio barcelonés que repiensen las medidas que se han tomado y se tomarán en el futuro cercano respecto a la movilidad, como por ejemplo las ampliaciones de aceras --con la consecuente reducción de carriles y aparcamientos para vehículos--.
“El ayuntamiento está obligado a dar soluciones, y no a generar problemas como parece que se centra en hacer el Gobierno de Ada Colau”, apuntalan desde la patronal: “Hace falta más sentido común y menos fundamentalismo y oportunismo”.
Tecnología en el transporte
Otra de las propuestas que Foment lanza al Ayuntamiento de Barcelona es el despliegue de “una movilidad inteligente” mediante la aplicación de nuevas tecnologías. Reclama, entre otras cuestiones, el refuerzo de la “red de zonas de fraccionamiento de carga” respecto a las compras online y favorecer que los usuarios puedan planificar sus viajes con antelación y evitar, así, tráfico innecesario.
Todo ello, sin dejar de lado la “perspectiva metropolitana” que Colau parece obviar. Incide la patronal catalana en la gran cantidad de vehículos que se desplazan desde otros puntos de Cataluña hasta Barcelona para trabajar y que el transporte público “no tiene la capacidad de asumir”. En este sentido, Foment apuesta por potenciar los aparcamientos municipales como “hub de servicios” para todo tipo de transportes: bicis, motos, vehículos en alquiler por días o por minutos, puntos de carga para eléctricos, etcétera.
Manifiesto de Foment del Treball y Fepime sobre la movilidad en Barcelona / FOMENT