Primero fue que no, luego que sí, y se terminó por decidir que las rebajas se prohibían. En una semana, el Gobierno de Pedro Sánchez, con una guerra interna entre ministerios, ha cambiado la versión hasta en tres ocasiones sobre las ofertas que preparan las empresas de la industria textil en sus tiendas.

El enfado en el sector es mayúsculo. “No salimos de nuestro asombro ante la prohibición de las rebajas. Es indignante que no se haya consultado, ni dialogado ni informado al sector de una medida de esta envergadura”, indica Eduardo Zamácola, presidente de la patronal de la industria del textil, Acotex.

"Auténtica barbaridad"

El directivo es muy crítico con la decisión adoptada por el Ministerio de Sanidad, recalca que “es una auténtica barbaridad” y vaticina que el daño que sufrirá el comercio “es terrible”.

En este sentido, el sector considera imprescindible para su supervivencia que se mantenga la libertad al comercio para hacer las promociones que crea oportunas para asegurar la supervivencia de los negocios y para el mantenimiento del máximo número de empleos.

Stock acumulado de seis meses

Tal y como viene contando desde hace semanas Crónica Global, las principales firmas de moda tienen en sus almacenes un stock acumulado de hasta seis meses y planeaban un período de grandes descuentos con la llegada de la nueva normalidad para quitarse de encima toda la ropa de la pasada campaña de invierno, algo que no van a conseguir con la venta online, un nicho aún por explotar.

“No estamos en contra del comercio online. Es más, muchos de los comercios físicos tienen su tienda online, pero sí exigimos, y es necesario, jugar todos con las mismas reglas de juego y las mismas oportunidades para dar salida al stock acumulado en estos meses”, matiza Zamácola.

Un 70% menos

Las marcas como Inditex, H&M o Mango prevén pérdidas multimillonarias. "De por sí, que sus establecimientos están cerrados", cuentan fuentes del sector, "el período de rebajas era una gran oportunidad para reducir costes". 

Así, las tiendas prevén una facturación del 70% menos de no permitirse el período de las rebajas. Además, la patronal incide que solo se llegará al 50% de las ventas en los próximos meses de la recuperación.

Realismo en este período

Desde Anged, Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, piden al Gobierno “realismo”, puesto que los establecimientos tienen los suficientes mecanismos para controlar el acceso y, sobre todo, guardar las medidas higiénicas. Desde esta patronal tampoco se entiende la prohibición de que los comercios mayores de 400 metros no puedan abrir, ya que “se ha demostrado que en los supermercados las personas se han comportado de manera ejemplar y las empresas se han adaptado a la situación sanitaria”. 

Anged también recalca que la “situación es tremendamente grave”, puesto que hay que dar salida a un stock atrasado y la campaña de verano debería estar ya en pleno apogeo. Por ello, la asociación reclama que se reconsidere la “interpretación del Ministerio de Comercio” y no la del Ministerio de Sanidad.

Atados de pies y manos

Desde que se liberalizaron las rebajas en 2012, cada empresa puede aplicar descuentos a sus productos en cualquier fecha del año y se eliminaban los períodos de bajar los precios. No obstante, las firmas suelen manejar las mismas fechas: enero y julio, con semanas especiales como el Black Friday en noviembre o similares. 

Pero tal y como subrayan fuentes del sector, “el estado de alarma imposibilita cualquier acción de tipo legal”. No obstante, señalan que la nueva norma que apareció en el BOE --"los establecimientos no podrán anunciar ni llevar a cabo acciones comerciales que puedan dar lugar a aglomeraciones de público, tanto dentro del establecimiento comercial como en sus inmediaciones"-- da lugar a muchas interpretaciones, por lo que se podrían encontrar resquicios legales para implementar ofertas dentro de los establecimientos.

Confusión

Desde Facua, por otra parte, creen que a pesar de las buenas intenciones del Ejecutivo por evitar aglomeraciones, ha realizado una orden “confusa”. “Es complicado delimitar cuándo se pueden producir aglomeraciones por acciones comerciales”, señala la organización. Además se preguntan si el mero hecho de anunciar una oferta por televisión de un supermercado o una nueva apertura podría constituir desobediencia de la legislación.

Por otra parte, la organización de consumidores alega que el efecto de las rebajas online puede provocar que los propios clientes quieran acudir a las instalaciones físicas para comprar el producto y no tener que esperar al pedido, además de poder probarse la prenda y cerciorarse de su calidad. 

Insistencia en la campaña

A pesar de la controversia, Jacinto Llorca, consultor y consejero de negocio en el área estratégica, insiste en que las empresas acabarán dando salida al stock que se le acumula en los almacenes.

“No se llamarán rebajas, se les pondrá otro nombre y no se anunciarán, pero que nadie dude que las firmas tendrán su espacio con un precio inferior de las prendas de la temporada de invierno porque tienen que reducir costes”, asevera el experto.

Treball se alza contra las contradicciones

Foment del Treball y Pimec se alzaron contra las contradicciones del Gobierno respecto a la campaña de rebajas. Las secciones de Comercio de ambas patronales catalanas han redactado un manifiesto común en el que instan al Ejecutivo a que "publique por escrito" el criterio que regirá el sector en su futuro próximo.

Ambas organizaciones defienden que la Moncloa debe "dotar de seguridad jurídica" a los comerciantes respecto a la temporada de descuentos, después de las indicaciones opuestas surgidas desde los ministerios de Sanidad y de Industria, Comercio y Turismo.