La compañía tecnológica Scytl, especializada en el voto electrónico en elecciones, presentó esta semana el concurso de acreedores en los juzgados de Barcelona tras no llegar a un acuerdo con la banca acreedora y tener que pagar una deuda cercana a los 75 millones de euros.
Cabe recordar que la compañía estaba en situación de preconcurso de acreedores desde el pasado mes de diciembre aunque el estado de alarma ha provocado que se demore el desenlace, según avanza La Vanguardia.
Fondo inversor
Tras presentar la liquidación, se pretende colocar la compañía a un fondo inversor. Concretamente, se trata de la sociedad estadounidense Sandton Capital, aunque se han activado otras conversaciones con diferentes inversores.
Estas negociaciones están encaminadas a vender parte del negocio y, tal y como revela dicho medio, fuentes de la operación remarcan que es la mejor opción “tras muchos meses” de búsquedas que han quedado en agua de borrajas para salvar el capital de la compañía.
20 años de muchas polémicas
La compañía tenía facturación de apenas 22 millones de euros y las pérdidas se han ido acumulado año tras año. Tras 20 años, en los que se han sucedido las polémicas, la empresa echa el cierre y ha pedido la liquidación renunciando a la fase común del concurso.
El patinazo más sonoro se produjo en las pasadas elecciones municipales del 26M, con importantes descuadres en la web de resultados oficiales. Unos errores que incluían asignaciones incorrectas de votos y concejales, sufragios desaparecidos e incluso incidencias en la retransmisión de los datos a la central y retrasos en los recuentos de diputaciones y cabildos, entre otros. Unas semanas antes, el sistema de votación electrónica de las elecciones a la Cámara de Comercio de Barcelona implementado por Scytl tampoco funcionó como se esperaba. El sistema informático sufrió ralentizaciones que dificultaron la votación y se retuvieron casi un millar de votos.
Suiza de fondo
En febrero de 2019 se conoció una investigación por la cual se detectó varios agujeros de seguridad en el sistema votación de votación electrónica de Scytl implementado para Swiss Post, el servicio postal nacional de Suiza, que se encarga de garantizar la fiabilidad de las múltiples votaciones que convocan las administraciones. Otro de los escándalos llegó con las votaciones de voto electrónico en las elecciones de Ciudadanos.
El valedor de la compañía Víctor Font, a través de su cuenta de Twitter, ha lamentado el concurso de acreedores de su empresa, incapaz de no haber logrado los objetivos para salvar la compañía.
El voto telemático en el Barça
Pere Vallés y Víctor Font, socio del Barça y grupo de 'Sí al futur', también ve frustrado su sueño de ver el voto telemático en las elecciones del club, a pesar de que los estatutos no lo permitían. Tal y como informa Mundo Deportivo, el pasado mes de septiembre, el empresario quiso implantar este sistema y lo llegó a presentar en las oficinas del club.
El propio medio deportivo recalcaba que la legislación catalana en las instituciones deportivas impide de manera clara y rotunda la posibilidad de elegir a la junta directiva mediante el voto electrónico, tal y como recoge el decreto 58/2010 de entidades deportivas en su artículo 11.3. Asimismo, en su artículo 10.2 especifica que “los estatutos de un club pueden prever el voto por correo salvo en la elección de la Junta Directiva y su presidente, que deberá ser presencial”.