El consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha manifestado este martes que el Gobierno tendrá que ayudar en la creación de un escenario que permita la recuperación rápida de la crisis del coronavirus y garantizar el empleo. “Los empresarios tienen que tener la confianza suficiente para avanzar”, ha manifestado durante la presentación de los resultados trimestrales. Entre enero y marzo el banco ganó 331 millones de euros, el 82% menos que en el mismo periodo de 2019, tras provisionar 1.600 millones para afrontar el impacto del Covid-19.
“Estamos en una crisis sanitaria de la que hay que salir de forma segura. Dicho esto, una vez que sea seguro, cuanto antes mejor”, ha manifestado Álvarez sobre el escenario de recuperación de la actividad. El banco ha manifestado que aún es pronto para conocer cómo será la salida de la crisis, que no estará marcada solo por la caída del PIB en 2020 sino también por la incertidumbre sobre el precio de la vivienda o la venta de coches.
Futurras provisiones
“El nivel incertidumbre es muy elevado, cuando haya más visibilidad podría cambiar”, ha apuntado el número dos del Santander, que no descarta realizar provisiones adicionales en función de los acontecimientos.
De no ser por el impacto del coronavirus, Santander hubiera cerrado el primer trimestre con un beneficio ordinario atribuido de 1.997 millones de euros, de los que ha aprovisionado el 80% ante las eventualidades que se presentan. El banco ha destacado el empuje del crédito, que creció en más de 26.000 millones por el empuje de las empresas, sobre todo las grandes, necesitadas de liquidez.
Más crédito del ICO
En lo que respecta a los créditos del ICO, el banco ha concedido 9.600 millones, de los que 7.000 han sido para pymes y autónomos; al tiempo que ha concedido otros 12.000 millones ligados a su propia actividad. Sin embargo, Álvarez ha rehusado opinar si le parecen insuficientes los 100.000 millones liberados por el Gobierno para las líneas de crédito después de que el Santander haya consumido su asignación: “Veremos una vez que se libere el límite máximo que se aprobó si es suficiente o no es suficiente, en este momento no lo sé”.
Por otro lado, Álvarez ha reconocido que sus previsiones van en línea con las que maneja el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aventura que la economía española caerá un 8% este año. “Todo dependerá de la duración de la crisis y de la intensidad de la recuperación y esto será clave para determinar las necesidades de provisiones”. Sin embargo, ha manifestado que espera que la recuperación sea “muy rápida”.