Los inversores han dejado de mirar el pasivo para acompañar el rendimiento del activo: la inmensa red desplegada por Telefónica y sus instalaciones más recientes del 4G. El teletrabajo está frenando el deterioro del aparato productivo y del mundo educativo; también sostiene a la cultura y al ocio. Los padres trabajan en casa; los hijos siguen las clases impartidas digitalmente y los abuelos disfrutan de Netflix o de Movistar Plus para superar el duro confinamiento en soledad. En la base de la pirámide social, la red de Telefónica mantiene conectados a 45 millones de españoles.
Telefónica toma impulso para el post-Covid / CG
Las tradicionales matildes están atentas ante un nuevo despegue. Aun en pleno hundimiento económico, la empresa con mayor liquidez de la Bolsa española repartirá dividendo a sus millones de accionistas. Telefónica, con una plantilla de 117.000 empleados en empresas distribuidas en 13 países de Europa y América Latina, mantiene también que no realizará ningún ERTE. España se sostiene sobre la gran red de la operadora y su presidente, José María Álvarez-Pallete, tras celebrar recientemente su cuarto aniversario en el cargo, lidera ya el escenario posterior al Covid-19.
Inversión intensa
El confinamiento derivado de la pandemia está resultando un escaparate para los servicios de valor añadido que la teleco española ofrece tanto para empresas y profesionales (herramientas de teletrabajo, cloud, digital workplace) como para particulares: conectividad y contenidos de televisión de calidad. Cuando el Covid-19 provocó las primeras medidas de aislamiento, Telefónica suspendió la actividad comercial y limitó la apertura de sus tiendas a los servicios considerados de primera necesidad. La compañía primó el carácter esencial de los servicios de telecomunicaciones en una situación de confinamiento como la actual.
La consultora de inversiones y gestión, Fidentiis, analiza a Telefónica, en medio del clima de recesión, y asume los datos del FMI sobre las consecuencias económicas del Covid-19 en España: “El país saldrá golpeado, aunque estimamos que la crisis va a ser breve”. Al analizar las causas de por qué Telefónica ganó cuota de mercado en la crisis del 2008-2009 y la perdió en la de 2011-2012, los analistas de Fidentiis consideran que la compañía ha aprendido la lección y ha invertido intensamente en su reestructuración y en una oferta televisiva diferenciada. La consultora de mercados liderada por Ricardo Seixas analiza estrategias de inversión de largo y corto plazo en la renta variable española y portuguesa, con el objetivo de reducir la volatilidad en valores de compañías con alta liquidez.
La moratoria del 5G
Otra de las razones que apoyan las buenas previsiones de Fidentiis para Telefónica es el aplazamiento de las subastas de 5G en España, Reino Unido y, previsiblemente, también en Brasil. La moratoria del 5G, producto de la crisis, hace que el universo digital se oriente plenamente hacia el 4G; el hermano menor no es un simple eslabón, sino que es la solución, porque ofrece prestaciones ya muy significativas, que están siendo exploradas con éxito.
Con todo el país confinado, Internet se ha convertido en el principal aliado, tanto para trabajar como para el ocio. Sin embargo, es un servicio que también puede llegar a colapsar. El tráfico se ha multiplicado de tal forma que en una semana, Internet asume lo que antes hacía en un año. La consecuencias más directas se vieron en los colapsos de los cinco grandes operadores: Movistar, Orange, Vodafone, MásMóvil y Euskaltel, que operan sobre el cableado de Telefónica. Estos colapsos fueron recurrentes los primeros días del Decreto de Alarma, pero se normalizaron completamente en poco tiempo.
En su análisis sobre Telefónica, Fidentiis destaca que, con una caja saneada, las inversiones en bienes de capital (capex) de la operadora están rindiendo a un alto nivel y paralelamente, sus cuentas se benefician del ritmo de reducción de deuda efectuado a lo largo de cuatro años. En los últimos meses, el precio de Telefónica en Bolsa parece haberse visto algo arrastrado por el empeoramiento de los operadores del sector. Ahora, Fidentiis recomienda “comprar” títulos de Telefónica, indicando que la teleco española no va a tener obstáculos para cumplir sus previsiones en moneda constante. El efecto de las divisas, que los analistas consideran menores que en informes anteriores más alarmistas, pueden acarrear una reducción del 6% en Ebitda. La reducción del margen bruto no es compatible con el precio de la acción en Bolsa, en términos de valor contable. A partir de los análisis fundamentales, Fidentiis sitúa el precio de la acción en un rango de entre 6,2 y 7,5 euros, cuando el último cambio superaba los 4,5 euros.
Diagnósticos remotos
Una emergencia sanitaria global hace absolutamente indispensables las comunicaciones. “Resulta esencial que las administraciones públicas puedan coordinarse en tiempo real, que los Centros Sanitarios y Hospitales puedan hacer uso de diagnósticos en remoto para los pacientes; que los centros educativos mantengan una continua conexión y que los trabajadores puedan hacer uso del teletrabajo”, apunta Pallete en un comunicado a su plantilla.
A nivel humano, la operadora esgrime que la comunicación digital, 24 horas al día, está especialmente destinada a las familias y a los mayores. A lo largo del azote de la pandemia, la ayuda de Telefónica ha desplegado la red de datos para proveer de conectividad al Hospital Temporal de la Comunidad de Madrid en IFEMA y a los 10 hoteles convertidos en hospital en Madrid por la crisis del COVID-19. También ha colaborado en el dimensionamiento de los Servicios de Emergencias, tanto en número de agentes como en el refuerzo de los sistemas y las infraestructuras de comunicaciones, para asumir la creciente demanda de consultas sobre coronavirus. Fundación Telefónica ha donado 500.000 euros al proyecto Sumafuerzas; el 50% se destina a espacios de confinamiento para personas sin hogar, y otros 250.000 para bienes básicos para personas en situación de especial vulnerabilidad. Telefónica enfoca ya, con todo ese esfuerzo detrás, la etapa post Covid.