El Ibex 35 volvió bruscamente a la senda de las pérdidas, lastrado por el impacto de las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la economía mundial como consecuencia de la crisis del coronavirus y también afectado por el regreso de la tensión al mercado de materias primas, con fuertes descensos del precio del petróleo.
El tono negativo se impuso desde el primer momento pero las pérdidas fueron en aumento conforme llegaban una serie de noticias negativas, todas ellas relacionadas, como no podría ser de otra forma, con la crisis del coronavirus. Por un lado, las previsiones de primavera del FMI sigue dando disgustos a los inversores. Si el martes las bolsas aguantaron firmes el mazazo de las estimaciones sobre la caída del crecimiento económico mundial, de magnitud inédita desde la Gran Depresión, este miércoles no pudieron hacer lo mismo con el apartado de la deuda pública y el déficit.
Otro organismo multilateral, la Agencia Internacional de la Energía, también llevaba la intranquilidad a los mercados con sus previsiones sobre el desplome de la demanda del petróleo.
Nuevo golpe al turismo
De esta forma, poco ha durado el optimismo que llevaron hasta las bolsas los acuerdos a los más altos niveles que se conocieron en los últimos días, como los del Eurogrupo y los principales productores de crudo. Los inversores, que habían aprovechado los bajos precios para tomar posiciones a cotas atractivas en un clima de moderado optimismo, volvieron a huir de forma masiva de la renta variable y se refugiaron en el mercado de bonos.
Las consecuencias se tradujeron en un Ibex 35 en el que solo un valor fue capaz de cerrar en positivo (Cellnex, con un avance del 2%). Las ventas volvieron a cebarse con los valores relacionados con el turismo, precisamente el sector señalado por el FMI en sus previsiones como el que será más golpeado por la crisis. Amadeus e IAG cerraron con desplomes del 10%. Por su parte, AENA moderó los descensos, aunque no pudo evitar caídas próximas al 4%.
Banca, a la baja
Los bancos también fueron notablemente castigados en la sesión. BBVA se dejó casi un 7% mientras que Santander, Bankia y Caixabank perdieron más de un 5%.
La tensión en el mercado de materias primas penalizó a Repsol, que concluyó la jornada con caídas del 7,5%.