La Unión Europea puso fin a largas negociaciones para negociar la deuda que contraerán los países miembros para paliar los efectos de la pandemia mundial. Finalmente, no habrá emisión de coronabonos. Los mismos que pedían Portugal, Italia, España o Francia.
A pesar de ello, el presidente de Foment de Treball ha pedido este lunes a Angela Merkel una emisión histórica de deuda mutualizada por un valor de 1,5 billones de euros reembolsable a lo largo de cien años, sin intereses y con cargo a la Unión Europea.
Inyección de capital
El propósito es financiar el impacto de la crisis económica por el coronavirus en los estados miembros. Sánchez Llibre justifica la petición convencido de que “de la misma manera que Alemania no decepcionó a Europa en el momento de la fundación de la Unión Europea, tampoco lo hará durante este período, la experiencia más crítica en Europa desde 1945”.
En este sentido, el organismo entiende que la crisis derivada por el coronavirus es completamente diferente a la de 2008 y es por esta razón por la que deben entrar en escena actores importantes como el BCE y el Banco Europeo de Inversiones para “inyectar liquidez a las industrias y tejido empresarial”.
Implicación de actores importantes
El presidente Sánchez Llibre afirma en su carta que comparte las declaraciones de la mandataria alemana sobre la necesidad de avanzar “hacia una Europa más fuerte en interés de todos” y que en la actual coyuntura “tendremos que demostrar que estamos listos para defender y fortalecer Europa".
El ejecutivo de Foment de Treball incide en que “para llevar a cabo e implementar con precisión estas afirmaciones y fortalecer a Europa frente a una pandemia impredecible, cuya responsabilidad no puede atribuirse a ninguno de los Estados miembros, la adopción del instrumento coronabonos es completamente necesaria”.