Están siendo semanas completamente devastadoras en España. El coronavirus está dejando decenas de miles de infectados y, lamentablemente, ya van más de diez mil muertos a causa de esta dolencia.
La peor parte se la están llevando los ancianos españoles, que ven como la tasa de letalidad aumenta a partir de los 65 años. A partir de esta edad se eleva al 3,6%, de los 70 a los 79 se incrementa al 8% y a partir de los 80 años se dispara al 15%, según datos del Ministerio de Sanidad.
Pero en España el gran problema está en las residencias de ancianos en el que los casos de muertes se suceden. Durante estas semanas se han conocido sucesos de ancianos fallecidos que llevaban días en las residencias o de la falta de medios que tienen los centros.
Situación crítica en Cataluña
Por ejemplo, en Cataluña la situación es crítica. La cifra de fallecimientos por esta enfermedad en esta comunidad autónoma asciende a 2.335 personas --242 de ellas, en las últimas 24 horas--, de las cuales 511 perdieron la vida en residencias de ancianos a lo largo del mes de marzo. En España, y tal y como explica El Español, uno de cada cuatro muertos por Covid-19 vivía en una residencia de ancianos, lo que representa una cifra de 2.170 personas.
Esta crisis, por tanto, deja en evidencia el sistema de residencias en España en el que se ha constatado una falta de medios alarmantes. Según datos del Imserso, el 68% de las residencias están en manos privadas, el 15% están concertadas con inversores privados y tan solo el 17% es cosa pública.
Precios altos
En cuanto a precios, según datos del Ministerio de Sanidad, el precio de una cama en una residencia ronda hasta los 17.000 euros de media en la geografía española, que al mes vienen a ser unos 1.400 euros.
Cabe recordar que, según los últimos datos ofrecidos por el Gobierno, la pensión media en España es de 1.157 euros. Esto se traduce en que las residencias son más caras que la pensión de un jubilado.
Pero las residencias creen que no es suficiente. Según datos extraídos del informe Evaluación de costes y financiación de las residencias de mayores del CSIC, el coste medio por anciano es de 57 euros al día, que multiplicado por 30 se dispara hasta los 1.700 euros. Y de ahí, según explican las residencias durante estos días, la falta de medios. “Les salimos tirados de precio y no cubrimos gastos con lo que nos da las instituciones públicas. Tenemos que pagar a nuestros trabajadores. Por eso no vamos a concursar. No somos una ONG", recordaba la patronal del sector en una entrevista en un medio de comunicación.
La Comunidad de Madrid ha intervenido esta semana hasta ocho residencias por la falta de de recursos y desde el Gobierno de Díaz Ayuso sostenían que estos espacios “no están obligados a tener personal médico”, algo que ha podido resultar fundamental en estas semanas.
Consumidores y UGT critican el modelo
Este modelo, por tanto, ha levantado ampollas en varios sectores. UGT manifestó el descontento y explicaron que los ancianos viven en condiciones extremas y que carecen de personal ya que el personal también ha caído enfermo.
los cuidadores ha caído enfermos y no encuentran reemplazo. Según su estimación, entre el 40% y el 60% del personal está de baja. Sus solicitudes de ayuda urgente no tienen efecto. “Hemos pedido de todo. Ya no sabemos qué hacer”, recalcó Margarita Domínguez, secretaria de Dependencia de UGT Madrid. Desde el sindicato también se critica que “una dependencia no puede ser un negocio” y que las residencias no pueden “estar en manos de fondos buitre”.
Desde Facua aclaran que este problema no es nuevo y piden un papel “primordial” de las competencias autonómicas. Por eso, piden mejoras y nuevas legislaciones para que los ancianos que viven en las residencias tengan una calidad de vida “digna”. Desde la asociación de consumidores alegan que se deben fomentar las “inspecciones sin previo aviso” para evitar problemas.
La revalorización de LNA Santé
En España, de momento, no hay ninguna compañía que se dedique única y exclusivamente a la gestión de geriátricos que esté en Bolsa. Pero en Francia LNA Santé cotiza sobre el parqué y obtiene grandes réditos.
En los últimos cinco años la compañía se ha revalorizado un 90% hasta este viernes. La cifra se hubiera disparado de no ser por la crisis del coronavirus. Antes de que llamase a la puerta la recesión se disparaba un 180%.
Solventis, grupo inversor, defendió en un encuentro del sector entrar en el capital de esta compañía. La estancia para la persona mayor se reduce a la mitad. En Francia un geriátrico suele costar, de media, unos 3.000 euros y esta compañía oferta camas a 1.800 euros al mes.
Según Santiago Domingo, gestor de Solventis, no se trata de una empresa patrimonialista, con lo que “no soporta el riesgo inmobiliario. Además, “la demanda está asegurada” con la llegada a la etapa dorada de la generación del 'baby boom'. Por último, LNA Santé, tal y como explicó el gestor en dicho encuentro, “tiene poca deuda y genera caja con retornos muy atractivos”.