Joaquim Boixareu no será presidente de la Unión Patronal Metalúrgica (UPM), una de las principales patronales que forman parte de Foment del Treball. Su candidatura se retiró este miércoles, tras comprobar que no iba a tener los apoyos suficientes. No ha servido tener al lado a FemCat ni a Cecot, con su presidente Antoni Abad volcado, aunque él mismo dio un paso al lado después de que la juez haya reabierto su caso como imputado por la gestión de sus escuelas concertadas. Boixareu (Irestal) pactó, en el último minuto, una candidatura de compromiso con Jaume Roura, que será el presidente de la UPM.
La relación de fuerzas ha sido clara. Boixareu ya intentó un asalto a Foment del Treball que acabó con una sonora derrota ante Juan Rosell. Y pensaba ahora liderar la plataforma de la UPM, lastrada por la gestión delictiva de Antoni Marsal, para intentar, otra vez, acercarse a Foment y elaborar una candidatura alternativa a la del actual presidente Josep Sánchez Llibre. No podrá ser.
El independentismo, frustrado
El independentismo, que practica el “entrismo” en entidades y organismos económicos, ha recibido un golpe contundente. Lo que ocurrió en la Cámara de Comercio de Barcelona, con la candidatura de Joan Canadell, no se ha producido ahora. Las circunstancias son diferentes, aunque el lobby empresarial FemCat seguirá pendiente de otras oportunidades.
La candidatura de Jaume Roura, empresario barcelonés presidente del grupo Lesseps y de la Asociación Nacional de Concesionarios Seat (Ancosat), se ha presentado junto a Ramón Asensio (Roca Radiadores) --que gestionó la patronal tras los problemas judiciales de Marsal y logró equilibrar una precaria situación que llevó a vender la sede de la patronal-- y llegó este miércoles a un "acuerdo" con Boixareu. Roura será presidente de la UPM, y el miembro de Femcat formará parte del comité ejecutivo. Y optará a una vicepresidencia Alicia Bosch, del Centro Metalúrgico de Sabadell, a propuesta de Boixareu, aunque la idea es repartir el mandato de Bosch con Rosa Maria Fiol, de la organización del Baix Llobregat, que apoya Roura.
Cuatro vicepresidencias
De hecho, ese reparto de dos años, de los cuatro del mandato, se había alcanzado tras la retirada de Boixareu. Pero Bosch, según fuentes conocedoras de las negociaciones, mantiene su candidatura. En ese caso, sí se producirían elecciones, este jueves, para que las organizaciones territoriales elijan esa vicepresidencia segunda.
La primera vicepresidencia será para Ramón Asensio (Roca Radiadores), en representación de las empresas; la segunda está en el aire entre Bosch y Fillol; la tercera será para Celso Gasolí, del gremio de Talleres; y una cuarta para un representante del Centro de Estudios y Asesoramiento Metalúrgico (CEAM).
Un plan para cinco o diez años
En el comunicado que la patronal difundió, con el acuerdo de la candidatura --que de hecho supone la derrota del equipo de Boixareu-- se explicita que el sector debe afrontar una etapa decisiva, con la innovación tecnológica, la industria 4.0 y el vehículo eléctrico. Y se incide en que se debe impulsar un plan de actuación de cinco a diez años “con objetivos estratégicos, tanto internos como externos, que van desde la mejora de la representación ante los diferentes órganos administrativos públicos a la consolidación de áreas fundamentales como la promoción internacional”.
Asimismo, se añade que el “acuerdo” supondrá que Boixareu sea “el relevo natural de Roura como resultado de ese periodo de transformación que se inicia ahora”.
Con buenas formas, y con la idea de llegar a un acomodo, pero el independentismo ha quedado frenado en la patronal del metal, con un objetivo que se mantendrá a medio plazo: buscar oportunidades para competir en Foment del Treball contra la dirección que encabeza Sánchez Llibre.